Los mitos que persisten contra el sida

Con 6.656 nuevos casos este año y sin acceso a medicinas, la enfermedad está lejos de mantenerse bajo control sanitario en el Perú.

La idea que tenemos del sida aún nos remite a algunos mitos, prejuzgamientos e ideas falsas adquiridas en tiempos en los que se conocía poco sobre la enfermedad y que en su momento generaron mucha discriminación y exclusión contra las personas que eran portadoras o ya habían desarrollado el síndrome.

Uno de los principales mitos es el que asocia al sida únicamente con la comunidad LGTB. No es cierto, y ese error persiste, pese a las campañas realizadas para descartarlo. La transmisión por vía sexual del VIH genera este desconocimiento, pero también es posible para un heterosexual adquirirlo por diferentes causas: transfusión de sangre, mediante el parto de una madre portadora a un recién nacido y también por transmisión sexual. Hay que entender que el VIH significa virus de inmunodeficiencia humana, causante de la infección del mismo nombre. Sida es el síndrome de inmunodeficiencia adquirida. El sida es la fase más avanzada de la infección por VIH. Es el punto en el que el virus ha destruido las barreras que impone el sistema inmunitario y el cuerpo ya es incapaz de luchar contra infecciones o el propio cáncer, de ser el caso. La buena noticia es que las personas pueden vivir con VIH toda su vida si reciben el tratamiento adecuado.

¿Por qué este tema vuelve a ocupar un lugar en la agenda de la salud pública en esta ocasión? Básicamente porque tenemos 6.656 nuevos casos este año de infección de VIH y 1.081 casos de sida en el Perú, lo que significa que se requiere una nueva y masiva campaña educativa para personas que son pasibles de adquirir el virus, por falta de protección o por ausencia de información. Es interesante anotar que la mayoría de casos se registra en Lima y en zonas de la selva peruana, en segundo orden.

Adicionalmente, se incrementan las quejas por la falta de medicinas en hospitales públicos, lo que agrava el panorama de pacientes que han mantenido a raya la enfermedad. Incluso nuevas medicinas no llegan al país por factor precio, lo que resulta paradójico si nos atenemos a las declaraciones oficiales.