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Le llaman Democracia y no lo es

“No es Democracia que se reprima el derecho esencial a la protesta. Como ocurrió en Perú tras el golpe de Estado de Merino...”.

Las imágenes de Colombia, de tanques disparando, paramilitares en motos armados y ciudadanos en el suelo muertos o heridos de bala, deberían no solo despertar nuestra solidaridad, sino nuestra reflexión sobre lo que entendemos por Democracia.

En 8 días de protesta, Colombia reporta oficialmente 24 muertos y cientos de heridos ¡En solo 8 días! Ya hay más de dos docenas de colombianos que perdieron la vida. Los están matando y la reacción de parte de la prensa peruana es prácticamente nula. Se sigue con la cantaleta –cada vez más agotadora– de Venezuela, pero no se pregunta sobre la manera en la que Duque pretendió imponer un nuevo paquete tributario y el paro nacional que demanda su renuncia.

Diversos organismos de derechos humanos han enviado misiones al país vecino y se han pronunciado por el uso excesivo de la fuerza para contener las manifestaciones. La situación se agrava por la presencia de agentes paramilitares que actúan impunemente, que fueron tradicionalmente apañados por el expresidente Uribe y con los que el presidente Duque no ha zanjado. Al parecer para este sector político, llamado “democrático” por Vargas Llosa en las últimas elecciones, está prohibido protestar. Sí, en Colombia también estuvo Vargas Llosa alertando sobre el “comunismo” de Petro y llamando a votar por Duque porque era la garantía de la Democracia ¿Qué Democracia? ¿Democracia para quién?

En un país donde un ciudadano, como Lucas Villa, recibe 8 balazos en el cuello, tórax y piernas, no se puede hablar de Democracia. No es Democracia que se reprima el derecho esencial a la protesta. Como ocurrió en Perú tras el golpe de Estado de Merino, golpe que los “garantes” de la Democracia en el Perú olvidan que el fujimorismo apañó y aplaudió.

El presidente Duque pretendió una reforma tributaria con una combinación de instrumentos. Un impuesto a las grandes fortunas, como el que están aplicando Bolivia, Chile y Argentina; pero a diferencia de estos tres países, decidió añadir una ampliación de la base tributaria, disminuyendo el ingreso básico para el pago de impuestos y aplicando un equivalente al IGV a servicios esenciales como luz, agua y gas que no lo tenían. Estas dos medidas afectan directamente a las clases medias y bajas, golpeadas ya por la pandemia. La propuesta empezó por esto, como en Chile empezó por la elevación del pasaje del metro. Pero hoy es un rechazo a la manera en que el modelo económico funciona.

¿Cuánto horror habrá que ver? ¿Cuántos golpes recibir? ¿Cuánta gente tendrá que morir? Para que entiendan que el malestar es real. Que la gran mayoría no se beneficia con el mantenimiento del statu quo y que tienen derecho a exigir cambios. Reprimir estas exigencias, con sangre y fuego, no es Democracia.

(Algunos extractos de la canción “Ellos dicen mierda” de La Polla Records).

Marisa Glave

Desde la raíz

Marisa Glave. Autor de contenidos y de las últimas noticias del diario La República. Experiencia como redactor en varias temáticas y secciones sobre noticias de hoy en Perú y el mundo.