¿El 30 de abril es feriado o día no laborable en Perú?

Liberales de tecnopor

“Hay un renacimiento ultraconservador y autoritario en el Perú, no lo podemos negar. Pues habrá que combatirlo para preservar el Estado de Derecho. Es nuestra garantía contra la barbarie”.

“Vamos a votar con fe y esperanza, pensando en nuestras familias”, borronean algunos plumíferos de la derecha bruta y achorada, pensando en Rafael López Aliaga y en Keiko Fujimori, los principales exponentes de la caverna, y también síntomas de nuestra colosal amnesia.

Y llama la atención cómo algunos impostados liberales, a la hora de defender principios, se echan a los pies del primer señor feudal que les mete un carajo. Más todavía. Estos mismos que ayer gritaban vivas al liberalismo político y económico, y eran demócratas cuando les convenía, de pronto se han vuelto ahora devotos de la virgen cuando han visto que su candidato se ha vestido de celeste, saltándose a la torera lo que preconizaron alguna vez. Puro liberalismo de la boca para afuera. Liberalismo de etiqueta.

Se han olvidado de que el pensamiento liberal está siempre contra el dogma, contra lo establecido, contra la intolerancia. Y siempre a favor de la libertad más absoluta, aquella que es entendida como el derecho de cada cual a “vivir de acuerdo a sus propios gustos, siempre que esto no perjudique a los otros ni les impida vivir también de acuerdo a los suyos”, según la definición de John Hospers.

La libertad, por lo demás, se conquista, se pelea, hay que merecerla. Para conseguirla, hay que luchar, no regalársela a políticos de talante autoritario. Los “mano dura” debilitan la libertad y la democracia.

Pero ahora veo a algunos “liberales” de cartón, llamando ateos y cruzados antirreligiosos a los críticos de su candidato, rasgándose las vestiduras por una caricatura inane sobre la Virgen María, subrayando que el 85% de los peruanos es cristiano, y que patatín y que patatán.

¿Es que no se dan cuenta de que Rafael López Aliaga es al liberalismo lo que el ying es al yang? Claramente estamos ante un individuo opuesto a cualquier tipo de sociedad abierta o pluralismo, cuyo fundamentalismo, intransigente a cualquier disidencia, no va a hacer más que polarizar, dividir y destruir lo que queda de nuestro país.

Lo más triste. Hará retroceder los pocos avances que se han dado en materia de libertades fundamentales. Y algo peor. Arremeterá con todo contra la libertad de prensa y de expresión, como ya lo está adelantando desde sus medios engreídos: Willax, Expreso y La Razón, donde descalifican moralmente a los adversarios para ahorrarse los argumentos.

Con López Aliaga o Fujimori la democracia será puesta, una vez más, en estado de coma. El intento totalitario por asaltar al poder amenaza de nuevo.

Hay un renacimiento ultraconservador y autoritario en el Perú, no lo podemos negar. Pues habrá que combatirlo para preservar el Estado de Derecho. Por más imperfecto o precario que sea, es nuestra garantía contra la barbarie.

Pedro Salinas

El ojo de mordor

Periodista y escritor. Ha conducido y dirigido diversos programas de radio y tv. Es autor de una decena de libros, entre los que destaca Mitad monjes, mitad soldados (Planeta, 2015), en coautoría con Paola Ugaz. Columna semanal en La República, y una videocolumna diaria en el portal La Mula.