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El contagiado

La responsabilidad de Bolsonaro.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, ha informado que dio positivo a la prueba de Covid-19, sumándose al grupo de altas personalidades que se han contagiado del virus, aunque, en su caso, este resultado es especialmente relevante.

Bolsonaro es uno de los pocos gobernantes del mundo que subestima la pandemia y es quien ha realizado, junto al mandatario Donald Trump de EEUU, el mayor desafío al virus, al que ha calificado de “gripecita”, impidiendo que su gobierno adopte decisiones para impedir su propagación y hostilizando a los gobernadores de los estados brasileños que toman en serio el peligro.

La irresponsabilidad de esta política es letal para los brasileños, con 65 mil muertos confirmados y más de 1,6 millones de casos en total, una cifra descomunal si se considera que el sistema sanitario de Brasil tiene mejores recursos humanos y materiales que varios países de la región.

La actitud perniciosa del presidente desarmó durante semanas a Brasil frente a la pandemia. Desde su punto de vista, el coronavirus era una fantasía y “que no es todo lo que los principales medios de comunicación propagan o propagan en todo el mundo”, o que “debido a que tenemos un clima más tropical hemos llegado al final, o ya ha terminado, el virus no se propaga tan rápido en clima cálido, climas como el nuestro”.

A decir de los especialistas, el Estado perdió un tiempo valioso, fue presa de la confusión, por lo que el sistema no supo establecer correctamente las prioridades. En los últimos días, Bolsonaro ha insistido en esa temeraria actitud, llegando al extremo de prohibir el uso de mascarillas en las tiendas y otros negocios.

Es especialmente significativa la carta que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, le dirigió a Bolsonaro hace unas horas, discretamente alusiva al papel que ha jugado el mandatario brasileño frente a la enfermedad. Le recuerda que la peligrosidad de la pandemia queda de manifiesto en los niveles de contagio, en clara relación, precisamente, a las decisiones y opiniones de Bolsonaro. La misiva termina con un fino estilete: “Todas y todos estamos amenazados y por eso deben extremarse los cuidados”.

Las responsabilidades de Bolsonaro, como la de otro mandatario de A. Latina, Andrés Manuel López Obrador de México, no han terminado. La pandemia está en su fase de expansión y en algún momento se les exigirá responsabilidades. Como está demostrado, este no es un asunto de ideología sino de respeto a los ciudadanos de cada país y de sensibilidad frente a la tragedia.