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Cobalto-60: así fue el ‘Chernobyl mexicano’ que afectó a 4.000 personas

Miles de residentes de Ciudad Juárez quedaron expuestos al radiactivo cobalto-60 en 1984. Se trató de un incidente provocado por un descuido y una compra irregular.

Una serie de malas decisiones llevaron al peor accidente nuclear en la historia de América. Foto: composición LR/CNSNS
Una serie de malas decisiones llevaron al peor accidente nuclear en la historia de América. Foto: composición LR/CNSNS

En la década de los 80, Ciudad Juárez y otras localidades del norte de México fueron el escenario del mayor accidente nuclear en la historia de América. Se trata del llamado ‘Chernobyl mexicano’, donde unas 4.000 personas quedaron expuestas a un peligroso isótopo radioactivo llamado cobalto-60, a raíz de un descuido en una chatarrería.

El hecho no solo causó secuelas en la salud de varios individuos, sino que también dejó radioactividad en casas y vehículos hasta el día de hoy. Lo más increíble es que todo surgió de un aparato comprado injustificadamente y luego maniobrado sin el menor cuidado, por lo que pudo evitarse.

¿Qué pasó en México con el cobalto-60?

El 25 de noviembre de 1977, el Centro Médico de Especialidades de Ciudad Juárez, Chihuahua, adquirió una máquina de radioterapia fabricada en Estados Unidos y equipada con una bomba de cobalto-60 por entre 16.000 y 17.000 dólares, aunque sin la autorización del organismo pertinente, según detalla una investigación de la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias (CNSNS) publicada en 1985.

Además, nadie en el centro médico sabía cómo maniobrar este instrumento médico, lo cual habría llevado a su almacenamiento en una bodega durante seis años, hasta diciembre de 1983, cuando dos trabajadores de mantenimiento decidieron desarmarlo y venderlo como chatarra, ignorando la tragedia que estaban por desatar.

El reporte del CNSNS explica que los hombres retiraron del interior un cilindro que contenía el cobalto-60 y lo perforaron. El material radiactivo estaba presente en forma de 6.000 gránulos o pellets de un milímetro de diámetro. El informe también menciona que se liberó una sustancia azul y muy brillante, pero que fue ignorada.

Los trabajadores montaron todas las piezas de la máquina, incluido el cilindro con el cobalto-60, en una camioneta pick-up. A medida que el vehículo avanzaba, los gránulos radioactivos se dispersaron por las calles de Ciudad Juárez, poniendo en peligro a muchas personas.

Una vez en el llamado Yonque Fénix, la chatarra contaminada se mezcló con otros fierros y fue llevada a dos fundiciones: Aceros de Chihuahua (Achisa), que elaboraba varillas de construcción; y Falcón, que hacía soportes para mesa. Estos fueron distribuidos en varios estados de México e, incluso, en Estados Unidos.

Fue en este último país que el 16 de enero de 1984, en el estado de Nuevo México, el laboratorio nacional de Los Álamos detectó altos niveles de radiación en un camión de Achisa que transportaba la varilla de construcción contaminada y había extraviado su camino.

Los camiones de Achisa que trasladaban el material radioactivo

Los camiones de Achisa que trasladaban el material radioactivo. Foto: El Heraldo de Juárez

La investigación detectó que el material radiactivo provenía del Yonque Fénix y notificó al Gobierno de México para que tome las acciones necesarias. Incluso, la población fue involucrada en las labores de limpieza.

Consecuencias del ‘Chernobyl mexicano’

El informe de CNSNS sostiene que unas 4.000 personas quedaron “expuestas a la radiación”, de las cuales un 80% recibió dosis por debajo de los 500 mrem, cantidad similar a la que se obtiene al estar cerca de un paciente que fue sometido a radioterapia.

Entretanto, un 18% de personas estuvieron expuestas a entre 0,5 y 25 rems, y un 2% (80 individuos) a más de 25 rems. Cinco de ellas obtuvieron dosis de entre 300 y 700 rems a lo largo de dos meses, lo cual bastó para “afectar a gónadas, glándulas tiroides y huesos superficiales, por ejemplo, en manos y pies, acortamiento de la calidad de vida”, según explica el diario La Verdad.

Unas 1.000 toneladas de materiales quedaron sin localizar y pudieron haber sido utilizadas en la construcción de viviendas y edificios, donde los gránulos de cobalto-60 siguen siendo una fuente de radiactividad decadente hasta por más de 30 años.

Cobalto-60 en Ciudad Juárez

La población participó de la limpieza y ubicación de pellets en Ciudad Juárez. Foto: CNSNS

En cuanto a los trabajadores del Yonque Fénix, se detectó que al menos 23 de ellos sufrieron oligospermia (baja cantidad de espermatozoides en el semen) y azoospermia (producción inadecuada de esperma) tras estar al alcance de la radiación.

¿Qué es el cobalto-60 y para qué sirve?

El cobalto-60 es una sustancia radioactiva que puede alcanzar una vida útil de 5,27 años en promedio. Sus usos incluyen la esterilización de equipo médico y artículos de consumo, radioterapia para pacientes con cáncer, irradiación de alimentos y fabricación de plásticos.