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Donald Trump: el poder ‘absoluto’ que tendrá el magnate tras ganar las elecciones en EE. UU.

Donald Trump ganó en todos los estados claves como Pensilvania, Georgia y Wisconsin. Su estrategia fue incidir en propuestas efectistas respecto a las políticas migratorias y la economía.

Trump deberá asumir la presidencia el 20 de enero. La ceremonia se  realizaría en el Capitolio. Foto: AFP
Trump deberá asumir la presidencia el 20 de enero. La ceremonia se realizaría en el Capitolio. Foto: AFP

A diferencia del proceso del 2020, los resultados de estas elecciones estadounidenses se conocieron solo un día después de la contienda. Desde enero del 2025, Donald Trump, quien regresa al poder después de una pausa de un periodo, se convertirá en el presidente más longevo en asumir dicho cargo, pero también en el primero que llega con una condena (falsificación de registros comerciales) en la historia de ese país.


La contundente victoria de Trump se puede explicar por su mensaje efectista y certero, en el que aseguraba que regularía la migración y solucionaría las pérdidas económicas que sufren los estadounidenses en los últimos años.


Dicho discurso le sirvió para conseguir, hasta el cierre de esta edición, 295 votos estatales de los 270 que necesitaba para ganar la contienda.
Recordemos al respecto que, en EE. UU., cuando un candidato gana por mayoría simple en un estado, se lleva todos los votos representativos de dicha población. Trump se hizo fuerte en estados claves como Pensilvania (que otorgaba 19 votos) y Georgia (16), por lo que Kamala Harris ya no tenía oportunidad de pasarlo.


Las claves de la victoria de Donald Trump


Asimismo, el internacionalista Farid Kahhat sostiene que Trump incluso supo llegar a votantes que usualmente se inclinaban por el Partido Demócrata (entre ellos muchos latinos) con una serie de mensajes conservadores.


“Hay un discurso antifeminista que ha calado en sectores de hombres jóvenes de bajo nivel de educación formal y bajo nivel de ingresos, que o no votaban o votaban mayoritariamente demócrata, y ahora han votado mayoritariamente republicano. Pero Trump lo que nunca dejó de hacer es ser fiel a su base y parecía que eso le pondría un límite a su crecimiento, pero, además de mantener sólidamente unida su base, logró ganar votos en otros sectores; por ejemplo, los latinos. Nadie había ganado tanto una proporción tan alta desde Bush en el voto latino para el Partido Republicano”, menciona Kahhat para La República.


A su turno, Alonso Cárdenas, docente de Ciencia Política de la Universidad Antonio Ruiz de Montoya, refiere que a Trump le sirvió saber moverse a nivel de marketing político, en el que le sacó clara ventaja a Harris.


“Ha tenido una estrategia de marketing muy interesante, como ir a trabajar al McDonald’s, que ha acercado mucho al ciudadano estadounidense, sobre todo en un estado clave como Pensilvania. Una jugada muy buena desde el marketing fue subirse a un carro de basura, aprovechando el desliz del presidente Biden; entonces, desde el punto de vista del mensaje político ha sido claro y desde el punto de vista del marketing político ha tenido también varios aciertos”, comenta Cárdenas.


Acerca del porqué de la derrota de Harris, los especialistas consultados coinciden en que gran parte de la responsabilidad recae en el presidente saliente Joe Biden, quien renunció a la candidatura demócrata y fue reemplazado por su vicepresidenta, pero a destiempo.


 . Harris pidió a sus votantes, sobre todo los más jóvenes, continuar con la “batalla”. Foto: AFP

. Harris pidió a sus votantes, sobre todo los más jóvenes, continuar con la “batalla”. Foto: AFP

“Biden insistió en ser candidato pese a las muestras evidentes de deterioro cognitivo que padecía y se retiró después de terminadas las primarias bajo presión y los demócratas cometieron el error de, en lugar de abrir una competencia interna para elegir al candidato, cerrar filas con la vicepresidenta sin mayor debate. Harris no había tenido ninguna participación en la campaña previa, y eso hizo que la postulación naciera con problemas”, asevera Kahhat.

Por su parte, Cárdenas apunta que, si bien Harris realizó una buena campaña, ya era demasiado tarde, por lo que “no pudo revertir la losa pesadísima que significaba Biden para su candidatura”.


Donald Trump no tendrá contrapeso político


Por otro lado, los comicios del martes no solo sirvieron para elegir al presidente, sino también a los representantes del Senado (100) y la Cámara Baja (435). En esa línea, en esos procesos, el Partido Republicano también terminó imponiéndose (ver infografía), por lo que Trump no tendrá en teoría una oposición de otro partido que pueda regular sus decisiones. De hecho, explica Kahhat, en el Partido Republicano no habría miembros que se opondrían al magnate.


“En el primer gobierno tuvo gente que no necesariamente comulgaba con sus ideas más radicales como John Kelly, su jefe de Gabinete, pero ninguna de esas personas apoyó esta candidatura 2024. Kelly incluso lo llamó fascista públicamente; entonces, no va a haber gente que piense distinto con peso específico. Eso es lo que me genera temor, que no haya mayor contrapeso a lo que Trump decida”.


Kahhat añade que existe preocupación porque podría censurar a la prensa y a los ciudadanos que salgan a las calles a protestar contra su gobierno.

“Va a tener un sector de la prensa en contra y ha llegado a proponer retirarle la licencia de funcionamiento, y puede haber manifestaciones en su contra; pero ha llegado a proponer el uso de las Fuerzas Armadas contra lo que él llama a la izquierda radical y lunática. Entonces, la gran pregunta es quién va a contrapesar el poderío de Trump”, detalló.


Por su parte, Cárdenas comenta que figurativamente Trump, con esa mayoría, no solo gobernará, sino que podrá reinar.

Trump ganó en 29 estados y está a punto de ganar en Nevada y Arizona. Foto: La República/AP

Trump ganó en 29 estados y está a punto de ganar en Nevada y Arizona. Foto: La República/AP


“Tiene a sus alfiles en la Suprema Corte; tiene la mayoría absoluta del poder para hacer prácticamente lo que le dé la gana. Esta es una situación que muy pocas veces se ha visto en EE. UU. y habría que esperar hasta dentro de dos años para ver si se mantiene esa mayoría que tiene en el Congreso, pero en estos años, prácticamente, puede hacer y deshacer como le convenga”.


Por otro lado, acerca del impacto que tendrá la presidencia de Trump en los países latinoamericanos, Kahhat hace recordar que para EE. UU. esta parte del continente no es prioridad en temas económicos. Pero que sí podría afectar en temas como las remesas y aranceles.


“Con Trump, tal vez sea mejor que nos ignore a que nos preste demasiada atención. En el primer gobierno hizo sanciones comerciales a incluso Gobiernos ideológicamente cercanos como el de Bolsonaro, al que aplicó aranceles punitivos contra las importaciones desde Brasil de acero y aluminio. Ha dicho que espera deportar a todos los inmigrantes indocumentados; estamos hablando de cerca de 12 millones, entre los cuales (hay) peruanos que envían remesas a sus familias; entonces, digamos que no es mucho lo que se pueda esperar para bien en la región de un gobierno de Trump”, finalizó Kahhat.❖