Palestinos del norte de Gaza huyen aterrorizados de la ofensiva israelí
Desde el 6 de octubre, la situación en Jabaliya es devastadora; los bombardeos y la presión del ejército han obligado a muchos a abandonar sus refugios. Testimonios revelan detenciones y tratos humillantes a los evacuados.
Atrapados durante días por una ofensiva israelí, miles de palestinos huyeron asustados del norte de Gaza después de ser agrupados, inspeccionados y forzados a evacuar por las tropas de Israel que actúan en la zona.
Videos verificados por la AFP muestran a decenas de desplazados gazatíes que, en medio de un paisaje devastado, se dirigen hacia un punto de control de las tropas israelíes en Jabaliya, rodeada y atacada por su ejército desde el 6 de octubre.
Nevin al-Dawasah, trabajadora de ambulancias, explica a la AFP que quedó bloqueada durante 16 días en un campo de refugiados de esa localidad antes de poder escapar bajo los disparos de artillería.
El ejército israelí asegura que su ofensiva en la zona está dirigida contra combatientes de Hamás, que está reconstruyendo sus fuerzas y "se mezcla con la población civil".
En el poder en Gaza, este movimiento islamista palestino lanzó en octubre de 2023 un ataque sin precedentes contra Israel que desencadenó el conflicto en la Franja.
Según Dawasah, los civiles en Jabaliya huyeron del campo de refugiados después del aviso lanzado a través de drones con altavoces del ejército israelí en que los instaban a "evacuar la zona".
"Salimos del centro de albergue, pero de repente hubo un bombardeo" que dejó muertos y heridos, afirma esta mujer, que grabó la escena.
Para escapar, tuvo que pasar varios puntos de control del ejército en las principales rutas entre el norte del territorio y Ciudad de Gaza, flanqueadas por tanques y vehículos blindados.
"Cuando salimos del centro, la ocupación israelí separó a mujeres y hombres y los inspeccionó", explica Dawasah, ahora refugiada en Ciudad de Gaza.
Los soldados "nos decían que nos merecíamos ser golpeados. Repitieron esto más de cien veces desde arriba del tanque y teníamos mucho miedo", relata esta testigo, añadiendo que varios hombres fueron arrestados.
- Detenciones "humillantes" -
Saida, de 46 años, marchó con su madre y sus cuatro hijos de una escuela de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) transformada en refugio en Jabaliya.
Según su relato, los soldados la hicieron esperar tres horas en un puesto de control y retuvieron a su hijo Amjad, de 15 años.
"Lo obligaron a desnudarse", explica a la AFP por teléfono.
"Me fui con mis tres hijos y mi madre anciana y esperé cerca del punto de control hasta que lo soltaron después de haberlo interrogado y preguntado si conocía a alguien de Hamás", afirma esta mujer que tiene miedo de dar su apellido.
Ismail al-Zawabteh, jefe del servicio de comunicación del gobierno de Hamás, asegura que "solo un pequeño número de personas" respondieron a los pedidos de evacuación de Israel y acusa a sus tropas de "matar a numerosos hombres jóvenes desplazados o arrestarlos de forma humillante".
La Defensa Civil del territorio dijo el sábado que más de 400 personas murieron en el norte de Gaza desde el 6 de octubre.
"Decenas de miles de personas fueron desplazadas de zonas del norte como Jabaliya, Beit Lahia y Beit Hanun" hacia otras partes del territorio, declara Louise Wateridge, portavoz de la UNRWA, que estima que unas 400.000 personas permanecen en ese sector.
- "Desangrarse hasta morir" -
La oficina de medios del gobierno de Hamás instó a la comunidad internacional a actuar para "poner fin a los crímenes de desplazamiento forzado, a la limpieza étnica y a las masacres perpetradas" en el norte de la Franja.
Los frecuentes bombardeos israelíes y la destrucción de la red viaria hacen casi imposible el acceso de ambulancias y de personal paramédico a las víctimas en esa zona.
"Quien resulta herido, se desangra hasta morir", dice a la AFP Motaz Ayub, socorrista de la agencia de Defensa Civil.
Las penurias que asolaban ya la Franja antes de la guerra se han agravado.
Según el Ministerio de Salud, todos los hospitales del norte del territorio están fuera de servicio a excepción del centro Kamal Adwan en Jabaliya, que funciona parcialmente.
"No hay medicamentos ni suministros médicos", el personal "no puede ayudarles" y "los cuerpos yacen en las calles", afirmó el martes su director, Hosam Abu Safia.