Martin Pistorius, el niño que vivió 12 años “atrapado” en su propio cuerpo paralizado
Cuando tenía 12 años, Martin pasó 4 años en coma, pero recobró la conciencia sin que nadie lo notara. Así vivió 8 años más, atrapado en un cuerpo totalmente paralizado.
La increíble historia de Martin Pistorius, un hombre sudafricano de 48 años, se remonta cuando este era un niño de apenas 12 años que disfrutaba la vida como cualquier chico de su edad, hasta que un día se quejó de un terrible dolor de garganta y nunca más volvió a ir al colegio. Su destino quedó marcado para siempre.
Tras ser llevado al hospital, los médicos le diagnosticaron gripe y le recetaron medicinas. Pero su salud empeoró y tuvo que ser internado de emergencia. “Di positivo por meningitis criptocócica y tuberculosis cerebral y me trataron por ambas”, dijo Pistorius a LADBible. “Mi cuerpo se debilitó y perdí la capacidad de hablar y controlar mis movimientos”, agregó.
Martin Pistorius, el niño que vivió 12 años “atrapado” en su propio cuerpo paralizado. Foto: Infobae
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El pequeño quedó en estado de coma, por lo que muchos especialistas supusieron que no era capaz de percibir la realidad que lo rodeaba. Lo más frustrante fue que a Joan y Rodney, los padres de Martin, no se les dio una explicación del deterioro de su hijo.
Así pasaron 12 largos años, en el que todos los días su padre se levantaba a las 5 de la mañana para darle un baño y llevarlo a un centro especial de salud, donde recibía estímulos de todo tipo y realizaba ejercicios físicos para mejorar su motricidad.
Martin Pistorius y su familia. Foto: Infobae
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Martin tenía conciencia, pero vivía atrapado
De alguna manera, sus padres comenzaron a aceptar que la condición de su pequeño era irreversible, hasta que una enfermera llamada Virna van der Walt les dio una esperanza. Ella se dio cuenta de que Martin sí era capaz de percibir lo que sucedía a su alrededor y que sufría una especie de “encierro” en su propio cuerpo.
“Pude oír, ver y comprender todo lo que me rodeaba, pero no tenía absolutamente ningún poder ni control sobre nada”, recordó Martin. “Para mí, ese sentimiento de completa y absoluta impotencia es probablemente el peor sentimiento que he experimentado, y espero no tener que volver a experimentarlo nunca más. Es como si no existieras, cada cosa en tu vida es decidida por alguien”, añadió.
“Todo, desde la ropa que usas, hasta lo que comes y bebes, incluso si comes o bebes, hasta dónde estarás mañana o la próxima semana, y no hay nada que puedas hacer al respecto”, agregó.
Martin Pistorius cuando era joven. Foto: captura de NBCNews.com
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Una luz de esperanza
El centro que ayudaba a Martin en su recuperación y la Universidad de Pretoria comenzaron a hacer esfuerzos para mejorar el cuadro del paciente y pronto comenzaron a detectarse avances.
Sus padres invirtieron en una computadora precargada con un software de comunicación, similar a la tecnología utilizada por el difunto físico teórico Stephen Hawking, para poder hablar con él.
Fue así que Pistorius comenzó a seleccionar letras, palabras o símbolos en el dispositivo por medio de una banda atada a su cabeza que haría de mouse de computadora. Luego empezó a trabajar en el lugar donde estuvo internado y conoció al amor de su vida, Joanna. En 2009 se casaron y en 2018 tuvieron su primer hijo, Sebastian Albert.
Martin Pistorius y su esposa, Joanna. Foto: Infobae
Actualmente, Martin trabaja como informático y desarrollador web. Asimismo, publicó un libro llamado “Cuando era invisible: La increíble historia del niño que vivió 12 años atrapado por su cuerpo inmóvil”, donde detalla lo que sintió y cómo sobrevivió tantos años paralizado.
“Me imaginaba todo tipo de cosas, como ser muy pequeño y subirme a una nave espacial y volar lejos. O que mi silla de ruedas se transformaría mágicamente en un vehículo volador”, contó.
“A veces observaba cómo se movían las cosas, ya fuera cómo se movía la luz del sol a lo largo del día. O veía insectos de algún tipo que se escabullían, pero, en realidad, vivía en mi mente hasta el punto en que a veces no me daba cuenta del mundo que me rodeaba”, finalizó Martin.