Francia no descarta un tercer confinamiento si la pandemia se agrava
Las autoridades han expresado su preocupación por la alta cantidad de contagios diarios, lo cual hace temer la llegada de una tercera ola después de las fiestas de fin de año.
El ministro de Salud de Francia, Olivier Véran, dio una entrevista al periódico Journal du Dimanche, donde deslizó la posibilidad de ordenar un tercer confinamiento si los contagios por coronavirus se salen de control.
“No descartamos nunca medidas que podrían ser necesarias para proteger a la población. Eso no quiere decir que lo hayamos decidido, sino que estamos observando la situación cada hora”, expresó el ministro.
Las autoridades temen que se acerque una tercera ola luego de las celebraciones de fin año, ya que son los momentos en los que hay más riesgo de que las personas se reúnan en grandes grupos.
El temor es aún mayor si es que se tiene en cuenta que los casos diarios no han disminuido. Véran detalló que se reportan un aproximado de 15.000 contagios diarios, cuando antes la cifra era aproximadamente 11.000 casos.
“El objetivo de los 5.000 (casos diarios) se aleja. Y la presión sobre el sistema de salud sigue siendo importante, con 1.500 ingresos diarios, una tensión que baja muy poco en los servicios de cuidados intensivos”, explicó la autoridad de salud.
El ministro expresó que varios países han optado por el reconfinamiento, pero que Francia prefirió tomar medidas estrictas antes para que los ciudadanos puedan pasar fiestas más tranquilos. “(Aunque las restricciones) hayan funcionado, es verdad que no (lo hizo) lo suficiente”, agregó.
Con más de 40.000 casos de COVID-19 reportados este jueves 24 y viernes 25 de diciembre, Véran dijo que de ser el caso, se volverían a tomarían medidas más duras.
“Sabremos rápidamente si las reuniones familiares y festivas tendrán un impacto. [...] No podemos, por una noche, arriesgarnos a bloquear el país entero de nuevo durante semanas”, enfatizó.
Este domingo, Francia iniciará la campaña de vacunación y las primeras dosis serán destinadas a dos residencias de ancianos, una en Sevran, cerca de París y otra en Dijon, al este del país.