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Francia impone toque de queda desde el martes, incluida la noche de Año Nuevo

La medida busca “limitar la ocasión de reunirse en casa de unos y otros” y regirá desde las 8 de la noche. Además, decidieron retrasar la reapertura de cines y museos por la COVID-19.

El primer ministro de Francia, Jean Castex, ordenó nuevas medidas para prevenir el coronavirus. Foto: AFP
El primer ministro de Francia, Jean Castex, ordenó nuevas medidas para prevenir el coronavirus. Foto: AFP

El Gobierno de Francia anunció este jueves 10 de diciembre que impondrá un toque de queda a partir de las 8.00 p. m. desde el martes 15 de diciembre, incluida la última noche del año, como parte de las medidas implementadas contra el coronavirus SARS-CoV-2.

Citado por la agencia francesa AFP, el primer ministro, Jean Castex, sostuvo que la Nochevieja “concentra todos los ingredientes de un rebrote epidémico”. Las autoridades buscan evitar que se descontrole la COVID-19, mientras aspiran a iniciar la vacunación este mes o en enero.

“Tendremos que respetar la regla del toque de queda, quedarse en casa el 31 de diciembre”, afirmó Castex en conferencia de prensa. No obstante, se hará una excepción para la noche de Navidad, aunque insisten en que se debe tener prudencia y responsabilidad.

Worldometers, sitio web de referencia en cuanto a estadísticas en tiempo real, sitúa a Francia en el quinto lugar de los países con más contagiados del mundo con 2 324 216 casos confirmados y 56.648 víctimas mortales a causa del coronavirus.

Ante esto, Francia también decidió retrasar la reapertura de las salas de cine, teatro, espectáculos, casinos y museos. Estaba previsto para el martes 15 de diciembre, pero ahora esta orden se ejecutará a principios de enero de 2021.

“A partir del próximo martes, como habíamos anunciado, pasaremos a una nueva etapa, pero las reglas serán más estrictas. Los establecimientos públicos que iban a reabrir permanecerán cerrados tres semanas más”, señaló Castex referido por EFE.

El Ejecutivo ya había limitado las reuniones a seis adultos. “Sabemos que cuanto más multiplicamos los contactos en espacios cerrados, mayores son los riesgos. Por ello, queremos limitar la ocasión de reunirse en casa de unos y otros”, subrayó.