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Esther Rebollo: “Estamos ante una generación de jóvenes que sabe por qué está en las calles”

La visión de Esther Rebollo, directora internacional de la agencia EFE, sobre la etapa de convulsión que viene alterando la paz en países de América Latina. En exclusiva para La República.

Examina. Periodista Esther Rebollo opina acerca de los últimos sucesos en América Latina.
Examina. Periodista Esther Rebollo opina acerca de los últimos sucesos en América Latina.

Por: Ernesto Carrasco / José Alván.

Países de América Latina han entrado en una etapa de convulsión social. Desde Chile hasta Colombia, pasando por Bolivia e incluso Ecuador y Haití, se ha hecho estremecedoramente cotidiano para la prensa informar sobre mortales represiones de las fuerzas armadas y un índice cada vez más alto de descontento social hacia los gobernantes y la clase política.

En un contexto como ese, la opinión pública de países como el nuestro, donde el estallido popular no encontró aún la chispa que encienda la pradera, trata de elucubrar una respuesta a tanto caos que sucede, no solo en el vecindario, sino también en los otros continentes.

¿Por qué países como Hong Kong, Medio Oriente y Europa se encuentras en álgido conflicto y qué tienen en común con los países de América Latina?

Sobre ello, la visión de Esther Rebollo, en su calidad de directora internacional de la agencia EFE, cuyo alcance periodístico llega a 110 países, es muy importante y genera un sólido aporte al análisis global.

En entrevista con La República, la periodista española detalló el rol que juegan los jóvenes en esta lucha en medio de dos modelos que, a su visión, han fracasado en América Latina, lo que supone un nuevo reto para la clase intelectual. Además, sobre el desencuentro de los políticos con el pueblo, que en muchos casos pueden llevarlos a tomar decisiones erradas como a Evo Morales.

¿Por qué la ciudadanía no se siente representada por las clases políticas?

Aquí hay una irresponsabilidad muy grande por parte de quienes tienen la competencia política dentro de la sociedad, no han sabido escuchar a tiempo los reclamos. ¡Los anhelos de la ciudadanía!

América Latina vivió una década esplendorosa. Por algo la llamaron la ‘década dorada’. Una época en que la economía de la región crecía a unos porcentajes nunca vistos. Los registros mostraban que las exportaciones de materias primas generaban mucha riqueza.

Esa década se tradujo en una reducción de la pobreza, pero no de la desigualdad. Los indicadores de esta problemática incluso crecieron y, además, aumentaron también las clases medias. Pero nació una generación de jóvenes muy singular, quizá la más preparada desde el punto de vista de la formación y del conocimiento de América Latina. Tiene criterio y sabe por lo que lucha, sabe lo que quiere, por eso está en las calles.

¿Fracasaron las corrientes ideológicas?

Creo que ha sido un fracaso en la gestión política, social y económica. Hemos tenido una América Latina con dos corrientes políticas: El socialismo del siglo XXI y el neoliberalismo clásico, este último se impuso en la región a partir de los años 80 y 90.

A diferentes velocidades, y por etapas, una de las dos corrientes, se hacía cargo de la conducción de algún país en Latinoamérica, una alternancia. Pero ahora, con las protestas –muy violentas, y con graves consecuencias– en varios lugares, uno se pregunta acerca de cuál de los dos modelos dio a los ciudadanos lo que esperaban de sus gobiernos. Se vivió una situación de estancamiento, aunque con algunos avances.

Entonces, ¿quiénes deberían tomar el relevo, salir al frente para dar solución a las demandas ciudadanas?

Una nueva generación de políticos honestos. Nos tenemos que reinventar. Porque los modelos que se nos han impuesto no han sido efectivos. Solo han beneficiado a minorías, no a las mayorías.

Veamos el caso de Chile. ¿Cómo se interpreta el rol de la joven generación que reclama –y hasta ahora no cesa– una serie de mejoras en las calles?

Creo que la sociedad que salió de la dictadura de Pinochet se conformó con vivir endeudada, y algo más, con tal de no regresar al pasado, pero los jóvenes van evolucionando y tienen muy en cuenta el peso de la experiencia de sus padres, aunque ellos no la hayan vivido, pero tienen la memoria que le han trasladado los progenitores. Son una generación preparada, conforman una sociedad crítica. Son como la España posfranquista, una generación en la que queríamos aprender y generar una sociedad igualitaria, porque vimos cómo nuestros padres vivieron esa dictadura. Quizás hay que poner especial foco en una característica muy común en todas las manifestaciones de la región: que son protestas sin liderazgos, horizontales, sin una hoja de ruta concreta, en donde se van dando las peticiones conforme hay avances.

¿Llegó tarde la renuncia del expresidente Evo Morales?

La renuncia de Evo Morales fue forzada. Yo preguntaría si llegó tarde su salida del poder. En realidad, sí, llegó muy tarde. Porque a Evo se lo advirtió su gente. Le dijo en un referéndum que no era el momento de seguir con la reelección. Se empeñó y cometió un error político. Él ha sido un presidente que ha hecho una de las gestiones más satisfactorias en América del Sur. El desarrollo que ha tenido ese país ha sido un ejemplo para otros muchos. Sin embargo, Evo Morales debió haber creado una sucesión, debió haber jugado mejor a la democracia, sin embargo todo se le fue de la mano. Llegó un momento en que cuando él, después de haber sido irresponsable, pretende corregir e ir a elecciones, ya nadie le escuchó.

¿Podría ocurrir en Perú un estallido social?

El Perú vive los mismos problemas que los países vecinos. No hay mucha diferencia entre estos y las necesidades que tienen los peruanos en tener una mejor educación, salud o salario. Pero habiendo visto en estos días el paro de colectiveros en Lima, a uno le da la sensación de que la economía informal es tan grande en el país, de la que depende tanta gente, que cómo va a dejar sus actividades laborales (para ir a una huelga). Ojalá no se levante Perú en términos que provoquen violencia y represión del Estado a la ciudadanía.

¿Cuál es el lugar de los medios, de la prensa?

Deben mantener su papel fundamental de fiscalización. Así, en el Perú hay medios importantes e interesantes, con contenidos que me gustan mucho. Los más grandes, muy dedicados al país y todas sus realidades, luego, la prensa de entretenimiento en su papel, pues el ciudadano se apoya en ella para disipar un tanto la realidad.