Alta tensión. Se acercan las elecciones legislativas de noviembre, vistas como un referendo para Trump, y se produce esta preocupante jornada de alertas. Otros dos demócratas estaban entre los destinatarios.,Estados Unidos vivió una jornada preocupante, cuando se conoció el envío de paquetes explosivos a algunos políticos, todos ellos precisamente denostados por los partidarios del presidente Donald Trump. El diario The Washington Post refirió que esto ocurre “en medio de una campaña política venenosa”. The New York Times informó que las presuntas bombas se enviaron a demócratas prominentes, incluido el ex presidente Barack Obama y la ex secretaria de Estado Hillary Clinton, “lo que provocó una intensa investigación sobre si un atacante está persiguiendo a figuras políticas vilipendiadas por el ala derecha”. PUEDES VER: Donald Trump rechazó intento de atentado a Obama y Clinton Las presuntas bombas fueron interceptados en medio de una fuerte polarización política con miras a las legislativas de mitad de mandato del 6 de noviembre, vistas como un referendo para Trump y el gobernante Partido Republicano. El expresidente Obama y la excandidata presidencial Clinton son las figuras de más alto perfil de la oposición demócrata. CNN se ha distinguido por su agresiva cobertura del gobierno de Trump. La serie de supuestos explosivos se inició el lunes con la detección de uno en la residencia de Nueva York del multimillonario y filántropo George Soros, donante de Clinton. “Los dispositivos parecen ser bombas caseras”, dijo Bryan Paarmann del FBI, señalando el aparente envío de “múltiples paquetes similares”. Prominentes demócratas afroestadounidenses también estuvieron entre los destinatarios, como el exfiscal general de Obama, Eric Holder y, según la prensa, la legisladora por California Maxine Waters, ambos críticos de Trump. Desde la Casa Blanca, Trump, cuyos críticos lo acusan de envalentonar a los extremistas de derecha y tolerar la violencia, hizo un llamado a la unidad. “Los actos de violencia política de cualquier tipo no tienen lugar en Estados Unidos”, dijo. CNN evacuó su oficina de Nueva York luego de detectar el envío de una supuesta bomba artesanal junto con un sobre que contenía polvo blanco. Un escuadrón antibombas aseguró el dispositivo y lo sacó para investigar. El paquete de CNN iba dirigido al exdirector de la CIA John Brennan, frecuente invitado de la cadena como analista y fuerte crítico de Trump. Los supuestos explosivos fueron enviados poco más de un año después de que un hombre enojado con Trump le disparara a cuatro personas durante una práctica de béisbol. La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que los responsables enfrentarán “todo el peso de la ley”, en tanto el FBI se abocaba a una investigación a gran escala.