Kayfex, el ayacuchano que pasó de ser profesor de DJ a GANAR Latin Grammy: “Se lo dedico a mi ciudad”
Kayfex es el nombre artístico de Luis Gavilán, un joven natural de Ayacucho que deja en alto el nombre del Perú al ganarse un Grammy. Aquí, sus primeros pasos en el mundo de la música.
Kayfex llenó de orgullo al Perú al anunciar que con su fusión de electrónica con melodías andinas fue ganador en los Latin Grammy en la categoría de mejor diseño de empaque gracias a su disco 'Atipanakuy', en el que compitió con otros artistas. El joven inició su carrera musical desde el colegio y fue profesor de DJ en la academia de la cantante Renata Flores, también ayacuchana, con quien colaboró. Juntos crearon la famoso trap en quechua ‘Tijeras’.
—¿De dónde viene ‘Kayfex’? Sé que ‘kay’ es el verbo ser o estar en quechua; entonces, ¿es una manera de reivindicar el idioma de los incas?
—En realidad, tomó un significado con el quechua bien peculiar, que es el estar aquí, el presente, pero tiene una inspiración más allá. Antes de ser Kayfex era Cuyfex. Esto vino porque a mí, desde pequeño, mi primo me llamaba ‘Cuy’. En ese tiempo estaba de moda el Hi5, entonces todo el mundo agregaba palabras como ‘ex’ o ‘fex’, entonces él me puso ‘Cuyfex’ en un inicio. Posteriormente, yo trabajando me iba a llamar ‘Cuyfex’ y en ese proceso fue donde en un programa de edición de audio ingreso el nombre y me lo pronuncia en inglés como ‘Kayfex’. Fue así como me hice conocido con ese nombre, porque en mis mixes yo ponía ‘Cuyfex’ y se escuchaba ‘Kayfex’. Cambié de nombre, pero tiene su origen en el cuy.
—¿Te imaginaste llegar a los Grammy?
—Es un logro que pienso que ha sido fruto del trabajo de un equipo profesional porque, cuando uno empieza desde niño, sueña con tocar en conciertos grandes para su público. Que valoren mi trabajo, que valoren mi música, y eso era lo que me inspiraba. Cuando estaba en el colegio, mis compañeros compartían mis canciones y hasta se pirateaban mis mixes entre colegios.
—¿A quién le dedicas tu triunfo?
—Le dedico mi triunfo a mi ciudad (Huamanga, Ayacucho), a mi familia y a todo mi equipo de trabajo. En ese orden, porque mi ciudad ha sido un punto clave en mi inspiración en lo que hoy en día estoy haciendo, como incluir el quechua, incluir mis instrumentos autóctonos. Ayacucho es una ciudad en donde me vi involucrado en tradiciones y costumbres que aún siguen vivas. En un principio, yo miraba mucho afuera, música electrónica o diferentes DJ que me inspiraban a hacer música, pero cuando empecé a buscar mi propio sonido fue cuando empecé a ver más en mi ciudad y me terminé enamorando. Me terminé enamorando de mi identidad. Empecé a investigar, leer libros, ver documentales de todos los procesos que tenía Ayacucho, y fue donde nació ‘Atipanakuy’. Conceptualizar todo esto se lo debo a mi ciudad.
Los artistas peruanos Gustavo Ramírez y Kayfex lograron obtener un Latin Grammy. Foto: composición LR/Latin Grammy
—¿Te sentiste en algún momento discriminado por ser ayacuchano?
—En cierto modo, me costó un poco más salir de aquí porque no había una escuela donde yo pudiera aprender a hacer música. Todo mi proceso fue autodidacta. En este proceso me tuve que mudar a la capital y, curiosamente, sentí más apoyo por el hecho de ser de provincia. Siento que valoraron mucho de dónde uno venía y la historia que uno traía. Cada persona es una historia y (gracias a) la historia que uno comparte sentía que me apoyaban. Posteriormente, con el tema de hacer música en quechua, sentí soporte más que discriminación. Discriminación es lo que yo veo muchas veces aquí de los mismos ciudadanos (ayacuchanos) hacia otros ciudadanos.
—¿Que significó para ti Gerardo Cheqche de Sondondo?
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—El maestro Cheqche, para mí, significó un pilar importante en mi carrera. Pienso que él, como artista y violinista, dejó un legado. Siento que ese legado me lo ha otorgado para poder difundirlo con una forma y visión más contemporánea, pero siempre manteniendo las raíces, porque él, como maestro, siempre me inculcó a valorar no solamente un instrumento por cómo suena, sino por lo que significa para la persona, porque la persona que ejecuta este instrumento transmite una emoción con la cosmovisión andina. Esto tiene un significado, porque los que son de los pueblitos más oriundos de Ayacucho, por ejemplo, se dedican a la siembra y otras actividades que tienen que ver con la música y la pintura, y esto lo transmiten ellos. Su molestia, su felicidad, sus emociones. Todo lo transmiten mediante el arte. Si uno no va innovando, se va perdiendo en el tiempo y, para convertir un patrimonio en un patrimonio vivo, hay que ver la forma de poder fusionar, poder innovar, y esto proponer como nueva forma de poder difundir el arte. Este legado que me dejó el maestro Cheqche es algo que desde 'Atipanakuy' tenemos muy presente. Este es un homenaje póstumo para él. Él desde arriba, con todos los apus, nos está mandando toda la buena energía.
—¿Como conociste a Renata Flores?
—La conocí en 2016, cuando ella estaba postulando para ‘La voz kids’. Formó su academia Formas y Sonidos y yo daba clases de DJ. En ese proceso, ella iba escalando en su carrera y nos animamos a sacar ‘Mirando la misma luna’. Tuvo bastante pegada y era la primera canción que yo producía para otro artista como productor. Luego estrenamos ‘Tijeras’, que se volvió viral y a ambos nos dio oportunidades importantes para nuestras carreras.
—¿Se vienen nuevos proyectos con Renata Flores?
—No hemos conversado. Tuvimos un show antes de pandemia, pero no hemos vuelto a conversar. Pienso que pronto se puede venir una sorpresa.