Durante su primera conferencia en Perú, en la inauguración del XV Festival de Cine de Lima, Geraldine Chaplin recordó con cariño y humor a dos queridos cineastas con quienes trabajó y guarda los mejores momentos de su vida, al referirse a Davis Lean y Carlos Saura, quien fuera su esposo. “Davis Lean no quería ningún contacto con los actores fuera del plató. Siempre se alojaba en otro hotel. No quería ni comer ni cenar con los otros actores. Después que me hiciera amiga de él, me contó que no quería que las personalidades de los actores influyeran en los personajes que tenía pensado para las películas. En el plató, sin embargo, era un hombre maravilloso que tenía todo el tiempo del mundo para todos”, sostuvo. “Hemos hecho películas muy bellas. Estábamos bajo los efectos del franquismo en España y entonces era una lucha siempre con el censor. Nosotros pensábamos que el cine podría cambiar el mundo. Yo creo que el cine no puede cambiar el mundo pero puede cambiar tu visión del mundo”, comentó. Sobre Saura, con quien permaneció unida hasta 1979, sostuvo que los demás actores tenían envidia de ella, porque siempre permaneció al lado del director. “Como yo era pareja de Carlos Saura, me llevaba el director a casa provocando el celo de los otros grandes actores. Me lo llevaba a mi casa, cenaba y dormía con él. Me tenían mucha envidia. Yo recuerdo sí que era un mocoso marginal que poquito a poquito se ha hecho como uno de los grandes directores españoles”, expresó.