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Domingo

Fiesta popular para tus ojos

El arte popular, el arte urbano, contemporáneo y chicha se encuentran y conviven en la exposición Yuyay Lima (Recuerda Lima), que se presenta hasta el 16 de octubre en la galería Pancho Fierro.

Muestra. Yuyay Lima reúne varias visiones de Lima y es una celebración de lo popular. Foto: La República
Muestra. Yuyay Lima reúne varias visiones de Lima y es una celebración de lo popular. Foto: La República

Un tigre de colores fosforescentes nos espera en una sala oscura de la galería Pancho Fierro. Y también músicos y flores y mensajes como “Arte, Lucha”. Es el trabajo -mezcla de grafiti y diseño gráfico- de Yefferson Huamán, fundador del grupo Ruta Mare. Otras imágenes suyas remiten al barrio, a la calle: un cuadro con la frase “Amigos traigan cerveza” o un perro peruano sin pelo que saca la lengua y dice “Soy fiel”. El color brilla en la oscuridad.

Arte/Lucha. La sicodelia chichera y rebelde de Yefferson Huamán. Foto: La República

Arte/Lucha. La sicodelia chichera y rebelde de Yefferson Huamán. Foto: La República

En otra sala, una pared luce tapizada de afiches chicheros del gran Monky, pionero de ese arte multicolor y callejero. Ahí están los nombres que hicieron la historia de la chicha: Chacalón, Shapis, Viko, Alegría, Chacal, Ovnis, Ecos y otros más recientes. Él no solo hace carteles, también los pinta. Ha expuesto en galerías, aquí y en el extranjero, y su trabajo se puede ver hasta hoy en los muros anunciando conciertos.

Estamos en la muestra Yuyay Lima de la galería Pancho Fierro, en el centro de Lima, un festín de colores, de técnicas y de propuestas visuales.

“Mi idea era juntar las distintas memorias visuales de Lima. Su raíz chicha, con Yefferson, Monky, (el fotógrafo), Nicolás Torres y las xilografías de su hijo Luis Torres; pero también pensaba en las otras raíces de Lima: la raíz amazónica de Olinda Silvano, y la raíz más tradicional, que podría llamarse artesanía pero ya es arte contemporáneo, que es el trabajo de Venuca (Evanán)”, explica el curador, o ‘mayordomo’ de esta fiesta, Alfredo Villar.

Aquí también se puede ver el trabajo en tela, serigrafía e instalación, de Liliana Ávalos, formada en la Escuela de Bellas Artes. El cono norte, el mundo migrante, el barrio, la estética multicolor del arte chicha están en su obra. En otra orilla y con su propia visión de Lima está Venuca Evanán, que ha replanteado la tradicional Tabla de Sarhua para convertirla en un arte con motivos urbanos sin perder su esencia. Otra mujer, Olinda Silvano, aporta su visión amazónica, mística y llena de símbolos, a través del kené.

Escudo. El hermoso trabajo en tela, serigrafía, bordado y diseño de Liliana Ávalos. Foto: La República

Escudo. El hermoso trabajo en tela, serigrafía, bordado y diseño de Liliana Ávalos. Foto: La República

En Yuyay Lima también participan el fotógrafo Nicolás Torres y su hijo, el artista Luis Torres, que aportan imágenes de la Lima trabajadora, musical y festiva a pesar de la pobreza. Nicolás tiene un registro enorme de la Lima migrante de la carretera central, de las fiestas chicha y cientos de rostros capturados en escenas particulares. Su hijo Luis ha plasmado su visión de la nueva Lima y sus vivencias en enormes xilografías.

“He querido que se junten todos porque hay un elemento común en todos esos artistas: son distintas memorias visuales de distintas partes del Perú, pero todos trabajan en Lima. Son primera o segunda generación de migrantes. Mi idea era mezclar cosas que no se han mezclado antes: arte tradicional, arte amazónico, arte urbano, arte chicha; la fotografía, la xilografía, la instalación, que están en mundos aparte”, dice Villar.

Venuca, Olinda, Monky y Nicolás Torres son autodidactas o heredaron su arte de una tradición familiar, mientras que Liliana, Yefferson y Luis estudiaron en Bellas Artes. “Son autodidactas o artistas de la educación pública. Para mí era como sentar una posición estética y a la vez política. Todos pertenecen al mundo popular”, comenta Villar.

El resultado ha sido una muestra colorida, dinámica y variada. El recorrido, pleno de colores y sencillo de entender, es disfrutable hasta para los niños. La muestra va hasta el 16 de octubre y, como todo arte popular, mucho de lo expuesto es efímero: va a desaparecer al final. Si no la ves ahora, no la vas a ver nunca más.

Bachiller en Comunicación Social por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Periodista del Suplemento Domingo de La República desde 2003, donde también realiza labores de subeditor. Antes trabajó en el diario El Mundo. Mención honrosa del Premio Salwan 2014. Escribe crónicas y reportajes de actualidad y cultura. Ha realizado coberturas periodísticas en el país y el extranjero.