Gustavo GorritiPeriodista. Director de IDL-Reporteros.,Desde su trinchera de IDL-Reporteros, Gustavo Gorriti ha sido el responsable de sacar a la luz las grandes revelaciones del caso Lava Jato. Ahora ha transitado sin pausa a lo que él llama el caso Lava Juez: la revelación de los audios que destaparon la tremenda corrupción en el corazón mismo del sistema de justicia: el Consejo Nacional de la Magistratura. En esta entrevista, el destacado periodista hace la conexión entre ambos casos y advierte sobre los poderes interesados en que, aunque juren lo contrario, nada cambie. ¿Cómo describirías la corrupción judicial que se ha destapado? Es El mecanismo (serie de Netflix en torno al caso Lava Jato), pero aquí lo ves en acción. Puedes usar la metáfora que prefieras. La más cercana biológicamente a esto es la metástasis, pero el cáncer te mata. En cambio, el parásito te debilita y te conserva vivo. Por ejemplo, una tenia. Tú puedes sacar una sección de la tenia y esta se recupera. Pero ahora me imagino que están más preocupados en saber a qué parte has llegado, porque si llegas a la cabeza, ahí sí sacas todo. PUEDES VER Fiscalía pretende procesar a Gustavo Gorriti y Rosana Cueva ¿Y quieren evitar de todas las formas llegar a la cabeza de la tenia? Claro, ellos van a buscar evitarlo de todas formas, y por eso es que están tan inquietos, y por eso quieren tener todo el material, y por eso es que quieren saber lo que hay… Ya que mencionas El mecanismo, esto ha dejado a Lava Jato opacado, y no solo en la indignación de la gente… Es que está más concentrado, más focalizado, más cercano a nosotros, la gente lo siente más relacionado con su vida. Pero ya lo he dicho, y me he prestado con permiso la frase que se le ocurrió a una persona muy capaz, hemos pasado de Lava Jato a Lava juez. Estamos en Lava Juez, pero nadie debe perder de vista que hay una relación muy cercana entre Lava Juez y Lava Jato. ¿En dónde está el eje de esa relación, en los personajes comunes? En lo funcional. Es decir, si el caso Lava Jato finalmente viene con todo el gran número de pruebas, confesiones y delaciones que faltan, todo eso tiene que entrar al sistema judicial peruano. Y si tú tienes a una buena parte de El mecanismo funcionando acá, entonces las cabezas de todo el aparato de corrupción que hay en el Perú, y quizá il capo di tutti capi… ¿No será la capa di tutti capi? Y/o. Recuerda, la corrupción acá en el Perú no tiene un organigrama perfecto, no es una geometría nítida. Entonces, il capo di tutti capi tendría la garantía de que, en el peor de los casos, si llega toda la prueba, entra al sistema judicial, este la absorbe, la fagocita, la chupa, le va quitando la sabia y, finalmente, si llega al nivel más alto (y de hecho va a entrar casi en el nivel alto, en el segundo nivel, para ir al nivel supremo), ahí se acaba. Es como si me hablaras de un organismo compuesto por gente brillante, de mentes sumamente astutas… Es un conjunto de astucias… ¿Y hay un titiritero, como lo fue Montesinos en los 90? No hay ese grado de verticalidad, pero sí hay jerarquías, sí hay niveles, sí hay arreglos y, sí, lo más importante de todo, hay mecanismos de reemplazo, de sucesión y de herencia. ¿Cuál es el flanco débil donde se debe atacar? Porque hacer denuncias, como se está demostrando, tal vez no tenga mayor resultado. La gran ventaja de lo que ha pasado es que no estamos en el ámbito de la denuncia, sino de la investigación. Se ha revelado, se ha sacado a la luz, se ha puesto un reflector fuerte sobre eso, basados en aquello que decía el magistrado (Louis) Brandeis (juez de la corte suprema de los Estados Unidos), de que la luz del sol es el mejor desinfectante. Eso moviliza dos tipos de respuesta: la que proviene de la indignación, del deseo de reforma, y la que busca el encubrimiento, dando la apariencia de acción. Eso último es lo que se está viendo en este momento, en gran medida... Es buena parte, no todo. Y, entre las dos, hay una tercera: la que intenta hacer algo honesto, pero tiene demasiado miedo como para hacerlo bien. Entonces lo hace nomás para cumplir con las apariencias, para quedar bien ante la platea. Pero las dos cosas fundamentales son: uno, la indignación, que no toma todavía una forma concreta de acción y, dos, el encubrimiento que busca travestirse de acción y de reforma. Dame un ejemplo… En este primer capítulo, varios de los que están en esa segunda parte se han revelado. Se reúne la comisión de Fiscalización y lo primero que hacen es convocar a los periodistas para que revelen sus fuentes y para que el señor Becerril pueda proteger a sus cómplices dentro de esta organización. Segundo, dentro del Poder Judicial, sus magistrados, sus jueces, buscan saber a toda costa. Mandan un fiscal aquí a ver qué logra sin una orden escrita, y luego viene su refuerzo: el fiscal supremo, a quien encargan investigar y lo primero que hace es: sí claro, voy a investigar a los investigadores. A propósito, pronto el fiscal de la Nación, Pablo Sánchez, termina su gestión y viene su relevo (Pedro Chávarry). ¿Esto complica la situación o la mejora? No tengo una idea clara de lo que va a pasar. He escuchado que el nuevo fiscal de la Nación ha dicho que va a tener una actitud firme respeto del caso Lava Jato… Todavía no he escuchado lo que va a hacer respecto del caso Lava Juez, pero él entra en un momento en el que ahora va a poder hacer cualquier cosa, menos navegar con bandera de cojudo. O toma la actitud de ser el líder de la reforma y de llevar al Perú y a su fiscalía a una reforma interna, que le dé dimensión histórica a su gestión y a su nombre, o entra a ser desde condescendiente y complaciente, hasta cómplice de los grupos corruptos. Ya que hablas de liderazgos, el presidente Vizcarra acaba de nombrar una comisión de notables para ver este tema… El presidente Vizcarra parte de una posición de debilidad política y de alergia a la confrontación. Esta cosa que le ha caído encima lo pone frente a disyuntivas claras: o decide hacer algo o hace sencillamente lo que suelen hacer los débiles y los complacientes, y también a veces los encubridores: un conjunto de reformas cosméticas para las galerías, entre las cuales casi siempre se elige de una comisión que se suele llamar hiperbólicamente “de alto nivel”. Es decir, un barniz. Exactamente. ¿Qué le hace eso a Hinostroza Pariachi? ¿Qué le hace eso a Gutiérrez Pebe?¡Eso no hace nada! Uno tiene que entrar con medidas pragmáticas, concretas, de aplicación inmediata por pasos. Por ejemplo, lo que se hizo en Brasil. Otra propuesta interesante es lo que está pasando con la Cicig (Comisión Internacional contra la Impunidad) en Guatemala. Quizás no necesitamos la intervención externa, quizá no necesitamos importar a un Iván Velásquez, aunque no sería una idea tan mala… Una propuesta que tiene acogida es la cuestión de confianza: que el presidente convoque a una legislatura extraordinaria con un punto único: destituir a todo el CNM. Y si el Congreso se niega, se disuelve y mueren Sansón y los filisteos. No, mueren los filisteos. Necesariamente no Sansón. Ahora, no sé si Sansón es moqueguano. [Risas] Me sorprendería muy agradablemente que lo fuera. En una circunstancia como esta, bien pudiera ser, pero, uno: ¿tiene el equipo? Dos: ¿está dispuesto a un nivel de conmoción en la vida política, con un resultado que para él podría ser incierto? Tres: ¿tiene al lado suyo el número suficiente de gente limpia? Y cuatro: ¿tiene los hígados como para hacerlo? Te he oído decir que este destape ha desatado una indignación mayor que la de Lava Jato. ¿Se puede comparar a la indignación del 2000? He estado pensando sobre eso y encuentro que hay diferencia, porque en el año 2000 era el deseo de rebelión ante una dictadura opresiva, y de la que se descubrían todas las porquerías que habían hecho. Entonces, la gente reaccionó con fuerza, con ánimos, con decisión. Lo que hay ahora es una indignación más concentrada frente a la gente que todo el mundo siente que está haciéndole daño directo. ¿Elegir el audio de la niña violada fue para motivar esa reacción emocional? No. ¿Fue casual? No fue casual tampoco, era lo lógico. Ya habíamos cubierto Consejo Nacional de la Magistratura, la Corte Superior del Callao y había que ver el eslabón directo con la Corte Suprema y, dentro de eso, por supuesto, el audio en el que se habla sobre la violación tenía mucho que ver con el calibre moral del tema. Y era algo que conectaba emocionalmente con la gente. Yo creo que la corrupción conecta también muy fuertemente... ¿Por qué no conecta tanto en Lava Jato y aquí sí? Porque lo de Lava Jato es mucho más grande, pero es quizá menos inmediatamente tangible. Pero en este caso en concreto es: ahora entiendo por qué me jodieron en este juicio, ahora entiendo por qué a Arlette Contreras la han tratado como la han tratado, ahora entiendo por qué jodieron de esta manera. ¿Y no será que indigna más cuando un Hinostroza Pariachi comete un delito y no un señorón de cuello y corbata? Yo creo que no. Por ejemplo, la indignación que hay frente a los robos de Toledo es igualmente grande. Justo por eso. ¿Por qué Toledo y los Humala han sido más satanizados por la opinión pública? ¿Por qué no Alan García? No por la cuestión racial, sino porque, en la jerarquía de corrupción, son los lornas. Porque El Mecanismo no tiene nada que ver con ellos. Y, recuerda, parte del mecanismo es el mediático. ¿Porque han tenido el gobierno, pero no el poder? Exactamente. En cambio, en los otros casos, que son dos, Keiko y García, lo que tú tienes es gente con un coeficiente de intimidación alto. Pregunta: ¿dónde está el mecanismo de Toledo? No existe. ¿Dónde está el de Humala? Menos aún. ¿Y dónde está el mecanismo de Keiko? Es bastante visible, ¿no? ¿Y el mecanismo de García en el Poder Judicial es el gran valor agregado de esa alianza? Es una ventaja comparativa, decisiva, dentro de lo que él puede aportar. ¿Y la movilización social ahora es tan urgente como cuando ocurrió en el 2000? Es fundamental, porque además estamos en un contexto de democracia duramente averiada que está en verdadero peligro de entrar en crisis, de manera que la mejor manera de defenderlo es con la movilización de la gente. Última pregunta: en un rango del uno al diez, ¿qué tan optimista eres de que realmente se va a limpiar el Poder Judicial? Lo mismo que hago en todas las cosas: yo tengo esperanzas, pero no dejo que guíen mi acción. Lo que uno tiene que hacer es mantener firmeza en los ideales y trabajar con realismo, pertinacia y decisión, paso a paso para lograrlos. Pero sí digo que, en el caso que se dé la conjunción virtuosa de las fuerzas que una democracia pueda lograr -periodismo vibrante que investiga, fuerza de la sociedad que se expresa y que luego logra tener fuerza dentro del estado-, entonces sí se avanza. Esas conjunciones suelen ser casi mágicas. Sí. Si se logra eso en el Perú, habremos vivido un momento de historia. Si lo logramos y estamos en ese camino en el Bicentenario, podremos sentirnos orgullosos. Pero las posibilidades que tenemos de lograrlo no son muchas.