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Ciencia

ADN antiguo revela la verdad sobre las víctimas de la erupción de Pompeya hace casi 2.000 años

Un análisis genético en Pompeya revela detalles desconocidos sobre las víctimas de la erupción del Vesubio y la diversidad de la sociedad romana antigua.

Gracias a las técnicas modernas de restauración, se han podido extraer fragmentos de ADN de los moldes de yeso creados. Foto: Nat Geo
Gracias a las técnicas modernas de restauración, se han podido extraer fragmentos de ADN de los moldes de yeso creados. Foto: Nat Geo

El análisis de ADN de fragmentos óseos recuperados en Pompeya ha permitido a los científicos desvelar nuevas verdades sobre los habitantes de la ciudad que perecieron en la erupción del Vesubio hace casi 2.000 años. Este descubrimiento ha cambiado la percepción de las relaciones familiares y sociales de las víctimas, proporcionando una visión más precisa y compleja de la ciudad romana.

Los investigadores del Instituto Max Planck y de la Universidad de Harvard han dirigido este innovador estudio, cuyos resultados fueron publicados en la revista Current Biology. Estos hallazgos reconfiguran el entendimiento de la diversidad genética y las conexiones entre los habitantes de Pompeya y el mundo mediterráneo.

¿Qué revelaron los datos genéticos en Pompeya?

Las pruebas genéticas han mostrado que muchas suposiciones tradicionales sobre las víctimas eran incorrectas. Un ejemplo revelador es el caso de un hombre encontrado sosteniendo a un niño; inicialmente se pensó que era la madre del niño. Sin embargo, el análisis de ADN ha demostrado que el adulto era un hombre sin parentesco con el menor, lo que sugiere que podrían haber sido vecinos o conocidos que buscaban refugio juntos.

 El análisis de ADN antiguo reveló que algunas relaciones familiares y de género eran diferentes de lo que se creía. Foto: Parque Arqueológico de Pompeya

El análisis de ADN antiguo reveló que algunas relaciones familiares y de género eran diferentes de lo que se creía. Foto: Parque Arqueológico de Pompeya

Según Alissa Mittnik del Instituto Max Planck, “eran sirvientes o esclavos, o los niños podrían haber sido hijos de sirvientes o esclavos que también habitaban la casa”. Este hallazgo desafía las interpretaciones anteriores sobre las relaciones familiares en Pompeya, revelando una estructura social más compleja y diversa. Los datos también han proporcionado información sobre las enfermedades y condiciones de vida de los habitantes, mostrando una riqueza genética mayor a la esperada.

¿Cómo era Pompeya hace 2.000 años?

Los avances en las técnicas de restauración han permitido a los científicos recuperar fragmentos de ADN de los huesos y dientes encontrados en los moldes. Estos estudios genéticos han revelado una gran diversidad genética en Pompeya, sugiriendo que la ciudad era un centro cosmopolita con influencias de todo el Mediterráneo oriental.

 Los datos genéticos indican que Pompeya era una ciudad cosmopolita con una gran diversidad genética, influenciada por migraciones del Mediterráneo oriental. Foto: Nat Geo

Los datos genéticos indican que Pompeya era una ciudad cosmopolita con una gran diversidad genética, influenciada por migraciones del Mediterráneo oriental. Foto: Nat Geo

Este nuevo entendimiento reconfigura nuestra percepción de las relaciones sociales y la composición étnica de la población pompeyana, proporcionando una visión más completa y matizada de su historia y estructura social. Los resultados del estudio indican que Pompeya era una ciudad vibrante y diversa, reflejando los amplios patrones de movilidad e intercambio cultural del Imperio romano.

¿Cómo fue la erupción del Vesubio?

La erupción del Vesubio en el año 79 d.C. sepultó Pompeya bajo una capa de ceniza y piedra pómez, preservando la ciudad en una inquietante cápsula del tiempo. Este evento catastrófico no solo destruyó la ciudad, sino que también conservó sus últimos momentos, permitiendo a los arqueólogos estudiar la vida diaria de una antigua ciudad romana.

Los moldes de yeso, creados por Giuseppe Fiorelli en 1863, han sido cruciales para este análisis, ya que permitieron preservar las formas de los cuerpos en la ceniza solidificada. Estos moldes han permitido a los investigadores modernos extraer y analizar ADN, ofreciendo una visión detallada de la demografía y las relaciones sociales de Pompeya.