Astrónomos encuentran estrellas ‘bebés’ en una zona estéril de la Vía Láctea
Cerca al centro galáctico, dominado por un agujero negro supermasivo que causa enormes perturbaciones, hay un criadero de estrellas que no debería estar allí.
Un equipo internacional de 14 investigadores, con Xing Lu como líder, astrónomo del Observatorio Astronómico Nacional de Japón, observó mediante el telescopio ALMA (Atacama Large Millimeter Array) —un proyecto de Europa, Norteamérica, Asia del Este y Chile— 43 sistemas estelares recién formados en las cercanías de nuestro centro galáctico, en donde el agujero negro supermasivo de nombre Sagitario A* debería impedirlo.
Sagitario A*, de 4,3 millones de masas solares y a una distancia media de 25.600 años luz de la Tierra, cuya actividad estaría azotando a los cuerpos celestes vecinos, alberga un criadero de estrellas contra todo pronóstico, pues la condensación de materia vista allí por los investigadores se asume como algo que reta a las leyes de la física.
Los resultados de este sorprendente hallazgo se encuentran en la revista científica The Astrophysical Journal.
“Es como escuchar el llanto de bebés en un lugar que creíamos estéril”, dijo Lu, en referencia a las esferas de plasma identificadas.
Previamente, los firmantes del documento de astrofísica detectaron en total 800 núcleos de gas y polvo, los que calificaron como ‘huevos’ dispuestos a eclosionar y engendrar estrellas. Sin embargo, solo 43 de ellos emitían flujos energéticos, por lo que los candidatos a desarrollar esos ‘nacimientos’ se redujeron a un grupo bastante selecto.
Shuichiro Inutsuka, de la Universidad de Nagoya y coautor de la investigación, explicó que la formación de estrellas cercanas a un agujero negro solo alcanza un 10% de probabilidades, pero le pareció confuso que las citadas composiciones estelares se parezcan a las comunes, es decir, el patrón no varió tanto.
“Creemos que la duración promedio de la etapa del núcleo sin estrellas en el centro galáctico podría ser algo más larga que en la vecindad Solar. Pero se necesita más investigación para explicar por qué esto es así”, declaró Inutsuka.
Aún queda apoyarse en datos de otros telescopios o el mismo ALMA a fin de establecer si este fenómeno se replica en las distintas regiones del universo o, considerando una hipótesis complementaria, se tienen que cumplir ciertas condiciones físicas.