En esta entrevista, explica que está a favor del proyecto y señala que para concretarlo el Estado debe ejecutar obras sociales en favor de los cajamarquinos. Además, expresa su reconocimiento al gobierno de Ollanta Humala, a quien antes atacó sin piedad y ahora llena de elogios. Por Óscar Miranda. Fotos Rubén Grández. Hace cosa de un mes, Pedro Pablo Kuczynski se paseaba orondo por los campos de maíz, alfalfa y heno que se extienden en el rancho de su mujer, en Wisconsin. Con su sombrero, sus botas y su figura larguirucha y desgarbada podía haber pasado por un viejo granjero más, preocupado por la peor sequía que ha padecido el Midwest en los últimos 50 años. Pero sus vacaciones se acabaron. Después de un recorrido en auto por el verano europeo, hace unos días les dijo adiós a los climas secos y regresó a Lima . Hoy, sentado en el estudio de su residencia de San Isidro, la alergia que ataca su garganta le recuerda la implacable ferocidad de la humedad limeña. “ Voy a hablar un montón de cojudeces ”, dice PPK acomodándose, riendo, con ese humor suyo, tan populachero, que les encantaba a las señoras que lo sacaban a bailar reggaetón en la campaña. “Cojudeces” no dice, precisamente. Sí frases provocadoras, francas, en la línea de aquella de que “ Conga está muerto y enterrado durante dos o tres años” que soltó la semana pasada. Empresarios como Humberto Speziani salieron a decirle que estaba equivocado, pero Kuczynski insiste. “Yo les digo que no hay que vendarse los ojos sino decir la verdad”, dice. –¿Conga está muerto o está dormido? –Está muerto. –El domingo pasado dijo que era una “bella durmiente”. –Sí, es una especie de “bella durmiente” pero no se sabe cuándo va a despertar. –¿Quién la va a despertar? ¿Usted, si es presidente en el 2016? -No, creo que para despertar Conga se necesitan dos cosas. Uno, que la economía mundial se reactive –porque después de todo Conga es oro y cobre que va a Suiza, India y China– y dos, que se logre la paz social, no solo en Cajamarca sino en Cusco, Apurímac, en todos esos sitios. –¿Cómo podría lograrse esa paz social? –Primero, hay que hacer inversión social. Es inversión superelemental: para ir de Cajamarca a Celendín la pista es una desgracia. En Celendín no hay agua. En Cajamarca , que es una ciudad que está en un valle con un río, hay mucha gente que no tiene agua y el 40% no tiene luz. –¿Usted cree que si la gente recibe obras ya no va a salir a protestar? –Yo creo que si realmente ve que hay obra, el auditorio para el señor Santos se va a reducir así (junta los dedos índices). –¿Con usted de presidente, Conga hubiera ido sí o sí? –Yo hubiera tenido un Congreso sumamente hostil, no habría sido tan fácil. –¿Pero hubiera apoyado el proyecto? –Absolutamente. –¿Las cosas no habrían sido más complicadas con usted que con Humala? –Eso es lo que piensa la gente, pero yo he manejado cosas con total tranquilidad. El año en que estuve de primer ministro [2005-2006] no hubo conflictos. No hubo ni un Bagua, ni un ‘Arequipazo’ ni nada de eso . Es cuestión de prevenir. –Con usted habría salido Conga, entonces. –No sé, no puedo afirmar eso, pero yo lo hubiera apoyado y le hubiera dicho a la empresa “oiga, usted también enderécese un poquito, ¿no? Porque si no el gobierno se va a quedar colgado”. Ahora todos mis amigos me dicen “¿cómo puedes decir que Conga está muerto? Tú eres un traidor”. –¿Los empresarios lo llaman traidor? –Sí. Yo lo que digo es que hay que decir la verdad. No pueden vendarse los ojos y decir “no, hay luz”. –Usted que es ahora un defensor del agua, en teoría debería estar a favor de que no se toquen las cabeceras de cuenca. –Yo estoy totalmente a favor de eso y mi programa de agua empieza por las cabeceras de cuenca, con reforestación, la creación de reservorios más abajo... No hay que tocar las cabeceras de cuenca. –Pero, entonces, no debería apoyar Conga, que está en una cabecera de cuenca. –No, Conga está en una meseta alta, a 4.200 metros de altura, donde hay cuatro lagunas que son básicamente de la caída de lluvias, por unos cerros bien planitos que hay por allí. Esos cerros contienen cadmio y esas lagunas tienen un alto contenido de metales pesados. No son lagunas donde una llamita puede tomar agua e irse a bailar con su pareja. KUCZYNSKI LOVES HUMALA PPK es, en efecto, millonario. “Sí, claro, en soles soy archimillonario”, dice cuando se lo pregunto. Y se ríe. “Pero yo he trabajado 52 años, ¿no?, así que algo he ahorrado”. Dice que dirige desde Lima su pequeño fondo de inversión, que opera en Brasil, México, Chile, Colombia y Perú. Es propietario de esta residencia de 900 metros cuadrados y de una casa en Cieneguilla en la que suele pasar los fines de semana. Nadando, practicando squash (aunque lo dejó un poco desde la campaña) y tocando en el piano composiciones de Bach y de Mozart, como la que ahora mismo está ejecutando en el hermoso Baldwin que tiene en su sala de estar. Es el allegro del Concierto para Piano Número 20, que no suena nada mal. Kuczynski es NSE A, pongámoslo así. Y por supuesto que aprueba a Humala. –¿En qué momento cambió su opinión sobre Ollanta Humala? –En el momento en que mantuvo a Julio Velarde en el BCR y nombró a Luis Miguel Castilla en el MEF. Son dos puestos claves y, a pesar de lo que dice Moody’s, aquí los ministros económicos siguen siendo los mismos, así que no hay tanta inestabilidad. –Usted ha dicho que este gabinete debe quedarse hasta julio de 2016. –Así es. –¿No importa lo mal que lo hagan? –Se cambia uno que otro ministro, pero esta teoría que hay en el Perú de que en 28 de julio se ponen los cargos a disposición y se renuevan a los cinco minutos... –Pero los presidentes cambian de gabinete para oxigenar su gobierno cuando hay una crisis. ¿Qué harían en lugar de eso? –Pero eso... la primera cosa que yo haría es reducir los ministerios. Son 19. Un país de 30 millones no necesita 19 ministerios. Yo diría máximo 10. Y se ponen secretarios de carteras especializadas. –¿Qué ministerios eliminaría? –Por ejemplo, Turismo y Cultura creo que es un ministerio. Todo lo de Producción y Comercio debe ser un ministerio. Un solo ministerio de ayuda social. –¿Qué es lo que más le gusta del primer año de Humala? –Que él aceptó el modelo económico del crecimiento, porque sin crecimiento no hay inclusión social. –Sus ex aliados dicen que la derecha lo cooptó, lo secuestró. -No sé, no fui yo, porque tuve una reunión con él días después de la elección y se acabó (risas). Creo que él se ha dado cuenta en sus viajes de que el mundo funciona como dijo el Barbero de Sevilla: “el dinero es el nervio de la intriga”, ¿no? Si no hay plata, no hay inclusión. –¿Humala es un buen presidente? –Es un buen presidente, es un buen gobierno, y, claro, hay gente, como Keiko, que dice que hay que estar en la oposición. Yo creo que hay que oponerse a lo malo y apoyar lo bueno. En la parte económica está bien, hay que apoyar eso. Esto no es Gran Bretaña, con 65 millones de habitantes y un Parlamento que era la Capilla de San Esteban, donde unos se sientan de un lado y otros del otro. Somos un país que está saliendo de conflictos que han durado 30, 40 años, y debemos unirnos. Jovencito para el 2016 En enero, los ‘ppkausas’ comenzaron a recolectar firmas para inscribir el Partido Político Kausa Perú (PPK Perú). Kuczynski, que dice que a él no le gustan los personalismos, les pidió cambiar de nombre. Le pusieron Perú Más. A la tarea se ha sumado el alcalde de San Miguel, Salvador Heresi. Los ‘ppkausas’ calculan que lograrán la inscripción a fin de año, lo que los dejará expeditos para competir en las elecciones municipales y regionales de 2014. Y en las de 2016. PPK, como todo político, dice que no ha decidido aún si postula. Pero se nota que ganas no le faltan. Asegura que, excepto por la molestosa alergia, está bien de salud. “Todo bien. La próstata, bien (risas). El corazón, bien”. –Pero el 2016 tendría 77 años... –Así es, pero Deng Xiaoping fue el jefe máximo de China hasta los 88 años. Y yo me saldría a los 82, o sea que estoy joven. –Está joven todavía. –Joven. Retoñito. –¿Pero está preparando el cuerpo y la mente para llegar 100 puntos a los 77 años? –Mire, yo no digo que voy a ser candidato. Creo que hay que crear un partido y promover una nueva generación que tome la posta en el Perú. –¿Y volvería a hacer todo lo que hizo en la última campaña? –Uy, más, porque en la última campaña hicimos muy poco. –¿Volvería a bailar reggaetón, a cantar y...? –A que me agarren esto y lo otro. Bueno, esa parte no la organicé yo (risas). –O sea que no tendría problema en que lo “pesen” de nuevo. –Bueno (risas). No, la campaña fue muy fácil. Lo único que no me gustó fue que mi directora de prensa me insistía en que fuera a la televisión a las 6 de la mañana, cuando nadie ve televisión. Eso es lo único que no me gustó. El resto, maravilloso. –¿Sus amigos no le decían “qué haces bailando reggaetón, con el ppkuy, hasta abajo”? –(Risas) Oiga, en el Perú los empresarios nunca han hecho política. –¿Pero, en verdad, ninguno de sus amigos le dijo “Pedro Pablo, qué estás haciendo”? –Mi principal amigo es mi piano. Kuczynski lanza una estruendosa carcajada. Y suena más sincero que nunca.