Una menor de 17 años tuvo que esperar 2 años para ser sometida a un trasplante renal en el Hospital del Niño de San Borja. Lo que más se resalta en el caso de Kenya es que el donante fue su propio padre, en un acto de amor. Ahora la adolescente se encuentra en casa y con una mejor calidad de vida.
“Los padres hacemos de todo por amor a nuestros hijos. Sabes lo mucho que te amo hija, yo daría mi vida por ti y siempre estaré ahí cuando me necesites. Estoy feliz de saber que vas a tener una mejor vida”, dijo Francisco Velarde Ordoñez, padre de Kenya V.M.
En 2022, la menor presentó lupus, una enfermedad autoinmunitaria compleja que posteriormente desencadenó en una insuficiencia renal crónica que agravó su salud, por lo que tuvo que someterse a un tratamiento de hemodiálisis y diálisis peritoneal hasta la fecha. Paralelamente, ingresó a lista de espera para un trasplante de riñón.
Ante la falta de un donante y la premura por acelerar el proceso de recuperación de la adolescente, su padre se ofreció como donante voluntario.
Tras iniciar los exámenes correspondientes, ambos resultaron compatibles, por lo que la cirugía para el trasplante se programó para el 6 de julio en el Instituto Nacional de Salud del Niño de San Borja.
El trasplante renal duró aproximadamente cinco horas y para la cirugía intervinieron el equipo multidisciplinario de Donación y Trasplante del nosocomio, integrado por cirujanos trasplantadores, anestesiólogos, urólogos, instrumentistas y enfermedades.
Cabe señalar que los gastos de intervención y tratamiento fueron cubiertos por el Fondo Intangible Solidario de Salud (Fissal) del Ministerio de Salud.
“Gracias papá por esta oportunidad de vida, pensé que me iba a quedar con la diálisis para siempre", dijo Kenya a su padre. “Te prometo estudiar y ser una profesional”, agregó.
“Los padres hacemos de todo por amor a nuestros hijos”, sostuvo el padre de familia. Foto: INSN San Borja
El Presidente del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén, y la directora del INSN San Borja, Dra. Zulema Tomás Gonzales, resaltaron la importancia de ser donante de órganos para salvar vidas, por lo que hicieron un llamado a la población para poner en práctica una cultura de donación de órganos.
En tanto, la jefa de la Unidad de Donación y Trasplante, Melva Benavides López, dijo que 30 menores de edad están en lista de espera por un órgano. De ellos, 21 son para trasplantes renales, 7 para trasplantes de córneas y 2 para trasplantes hepáticos.
Desde el 2017 a la fecha, el Hospital del Niño de San Borja realizó 69 trasplantes pediátricos, el 61% corresponde a trasplantes renales.
Antes de la pandemia por la COVID-19, de 2 a 3 personas por cada millón de habitantes donaban órganos en nuestro país, actualmente la tasa ha bajado a 0,3 donantes por millón de habitantes.