El ingeniero peruano que destaca en Google y pronto liderará su propio equipo: conoce su increíble historia

Elvis Rusnel Capia Quispe es un joven de 29 años, nacido en Puno. Hoy en día, trabaja en Google de Canadá. A lo largo de su vida, pasó un sinfín de desafíos, desde el idioma hasta la pobreza extrema. Su padre, su madre —una comerciante— y un profesor trataron de brindarle la mejor educación con todos los medios posibles y los resultados dieron sus frutos. Elvis es reconocido en la industria tecnológica internacional por su excelente desempeño en Meta —antes Facebook y WhatsApp— y Microsoft. Aunque le va muy bien en el extranjero, el ingeniero afirma que todavía tiene objetivos que cumplir en Perú.

Aunque había muchos obstáculos, sus padres siempre lo incentivaron a salir adelante. "Nunca sentí que nos hayan educado de forma limitada, siempre me decían que 'no era muy difícil', a pesar de mi realidad", comentó Capia Quispe. Conoce su inspiradora historia en esta entrevista para La República.

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Orígenes en Puno

Elvis nació en el centro poblado Calangachi, en Huancané, que está a más de 4.000 m. s. n. m., ubicado en Puno. Su lengua materna es el aimara; sin embargo, a la edad 5 años, debido a que debía comenzar el colegio, empezó a practicar el español. Es así como se mudó, junto a su familia, a la misma provincia de Huancané e inició sus estudios en el I. E. P. n.° 73003 del Glorioso Bolivariano 841.

En paso por la educación primaria, comenzó a descubrir su gusto por las matemáticas, ya que cuando hubo un concurso de la Unidad de Gestión Educativa Local (UGEL) a nivel nacional, sacó de nota 19. Al ver que le iba muy bien en la escuela, postuló a la Universidad Nacional del Altiplano Puno (UNAP) mientras aún estaba en cuarto de secundaria, con el fin de probar su nivel, y logró ser admitido. Esperó hasta terminar el colegio para volver a ingresar, en tanto, se preparaba a través de concursos, como el de la Olimpiada Nacional Escolar de Matemática (Onem).

Fue gracias a su padre que estudió una carrera relacionada con la tecnología, ya que afirmaba que "ese era el futuro". Finalmente, rindió el examen de dirimencia —la modalidad por ser de los primeros puestos— y, así, empezó su vida universitaria. En segundo año, Elvis tuvo muchos dilemas y cuestionó si debía seguir estudiando; no obstante, encontró un grupo de programadores, quienes lo animaron a participar en un concurso internacional.

El joven puneño representó a la UNAP por primera vez y el resultado de dicho concurso —que era a nivel de Latinoamérica— fue el peor de todos, puesto que no habían resuelto ningún problema. "Había estudiantes hablando de nosotros, que no había posibilidades de que nos financien, ni pensar en clasificar (…) Mis compañeros se sintieron mal, a mí me afectó, pero yo ya había enfrentado muchas veces, tampoco es el fin del mundo". Cinco años le tomó a Elvis prepararse para el concurso, dado que, para el quinto intento, finalmente quedaron en el top 10 de América Latina.

Estadía en la Unicamp, en Brasil

Cuando empezó a trabajar, increíblemente, lo rechazaron de varios lugares, ya que tenía más experiencia en programación que en su propia carrera de Ingeniería Civil. Al ver que no podía progresar más, decidió prepararse para hacer el examen Postcom, a fin de obtener una maestría en Ciencias de la Computación, en Brasil. Si bien pudo ser aceptado, no logró la beca, por lo que tuvo que reunir dinero con su familia.

Viajó a Brasil desde Puno en bus para poder iniciar su maestría en la Universidad Estadual de Campinas (Unicamp). Sin embargo, la situación era difícil porque no tenía dinero.

"Empiezo a dormir en la universidad, en los pasadizos, al final no era una prioridad para mí (…) No había ni para comer, recuerdo que incluso no alcanzaba para el corte de cabello, lo tenía hasta el hombro y era porque destinaba mi dinero para comer, inclusive mis docentes en Brasil me apoyaron".

Otra complicación que tenía era el idioma, no dominaba aún el inglés y no sabía portugués.

"Si quieres ser grande, pues el precio es enorme y, si no, regrésate a Perú", se decía el ingeniero, quien estudiaba 15 horas al día, sin contar las comidas. Durante su estadía en la Unicamp, hizo dos intercambios, uno en Google de Canadá, como ingeniero de Software, y otro en Facebook —hoy Meta—, pero antes ya había postulado a otras empresas, alrededor de 100, de acuerdo con Elvis.

Elvis Capia, hoy en día, en Google

En Google de Canadá, se le presentó una oferta; mientras que, en Facebook de Inglaterra, continuaba haciendo sus prácticas, donde le ofrecieron que se quedara, pero con otro trabajo que no lo satisfacía. Además, no conforme, también aplicó a Microsoft de Estados Unidos y lo llamaron. Finalmente, optó por quedarse en Google: "Habían investigado mi historia, me sentí más en familia, se preocupaban por mí", resaltó el peruano.

Han pasado cuatro años desde que Elvis entró a Google, cuyo inicio oficial fue en mayo de 2020. Como era el inicio de la pandemia, aún trabajaba de forma remota; luego, se fue a vivir a Canadá. Inicialmente, estuvo en Google Stadia, proyecto que fracasó y en el que se despidió a cientos de trabajadores, pero no fue su caso. Después, lo trasladan al área de XR, la realidad aumentada de Google, la cual era su nueva apuesta para 2022.

Es así como pasó al área de Android, la cual fue comprada por Google años atrás. Llegó un momento en el que la gigante tecnológica tenía miedo de que Apple se llevara a sus empleados, pero no pasó. Para 2023, ocurrió un despido masivo; sin embargo, Elvis no fue parte de él, por lo que continuó en la empresa y, actualmente, forma parte del grupo de soporte de ingenieros, quienes optimizan los sistemas. También trabaja con Samsung, compañía que tiene una alianza con Google en lo que respecta a la realidad aumentada.

Google espera que, el próximo año, Elvis pueda tomar un rol de jefe y tenga su propio equipo. Recientemente, se convirtió en padre y, aunque le va bien en Google, tiene más objetivos: uno de ellos es generar empleos en Perú.

"Veo mucha gente que pierde su identidad cultural y, si no lo aceptas como tal, muy probablemente no vas a lograr tus metas. Yo no he encontrado más cultura impresionante que la que hay en Perú (…) No pierdan esa curiosidad, esas ganas de ver más allá, lo que la mayoría no ve", finalizó.