Por: Zenaida Zea Olivera
Manuel Quilla Ticona (36), natural de Huancané (Puno), se convirtió en la víctima 68 del Gobierno de Dina Boluarte a causa de la represión policial. De acuerdo con el testimonio de sus familiares, habría sido cruelmente torturado tras ser detenido durante las protestas en Lima.
Según su esposa, Irma Cayo Sánchez, él viajó a la capital el 10 de marzo con otras 26 personas que integraban la segunda delegación de Juliaca. Cuatro días después, durante las movilizaciones por el Campo de Marte, habrían sido reprimidos con bombas lacrimógenas, armas de fuego y golpes.
El 15 de marzo, Manuel fue detenido y llevado a las comisarías de San Andrés y Petit Thouars, donde habría sido golpeado, sometido a ahogamiento y electroshock. Durante su detención lo habrían arrastrado hasta causarle heridas en las piernas y otras partes del cuerpo.
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“Ha ido sano y ahora lo dejan muerto. Estamos muy adoloridos”, dijeron los deudos clamando justicia. También solicitan la asistencia de organismos de Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo, ya que no cuentan con los recursos para solventar el proceso judicial.
El 20 de marzo, Manuel retornó a Huancané y, tras un prolongado sufrimiento, murió el viernes último. Marleni Chura, una de las integrantes de la delegación, dijo que producto de la tortura quedó en estado de nerviosismo y que no reconocía a su familia por el daño cerebral.
Por si no fuera suficiente el dolor familiar, la necropsia de ley se practicó ayer con casi un día de retraso y sin la presencia de su abogado. La Defensoría del Pueblo ingresó a la morgue del Instituto de Medicina Legal de Juliaca para verificar las diligencias.
Encuentro. Mientras había una protesta en el Instituto de Medicina Legal, en el coliseo La Capilla de Juliaca se realizaba el I Encuentro Nacional Ciudadano de Víctimas del Régimen de Dina Boluarte. Se incorporó el caso de Quilla en la lista de agraviados.