Como parte del proceso de vacunación contra la COVID-19, en el que el Ministerio de Salud (Minsa) viene priorizando a segmentos de la población más vulnerables ante la enfermedad, este sábado 19 iniciarán las inoculaciones a ciudadanos que padezcan o hayan padecido de cáncer.
En esa línea, para resolver las dudas sobre las consideraciones del Minsa de acuerdo a cada paciente oncológico, y las precauciones que estos deben tener antes de acercarse a los centros de vacunación, La República entrevistó al Dr. Juan Carlos Samamé Pérez-Vargas, médico oncólogo de la organización Aprendiendo sobre el Cáncer.
El especialista habló con este medio sobre el orden de prioridad para los pacientes, los requerimientos para que reciban la vacuna, y los posibles efectos secundarios de la inoculación que, en su mayoría, son comunes entre las personas inmunizadas en general.
¿Quiénes tendrán mayor prioridad entre los pacientes con cáncer?
El Minsa está priorizando a pacientes que, actualmente o dentro de los últimos seis meses, lleven un tratamiento oncológico activo. Esto aplica para los que están recibiendo radioterapia, quimioterapia, inmunoterapia, entre otros.
Este grupo no solo es prioritario para el Minsa, sino que es una consideración que se da a nivel mundial. Existe un consenso de diversas comunidades científicas que dividieron a los pacientes de cáncer en tres niveles de prioridad: el primero, para pacientes que están con un tratamiento oncológico activo; el segundo, para los que ya transcurrió más de seis meses desde su tratamiento oncológico o simplemente se encuentran con tratamientos de mantenimiento; y el tercero, para aquellos que ya son largos supervivientes y que terminaron quimioterapia, cirugía, radioterapia, o lo que hayan llevado, hace más de tres años.
Sin embargo, para fines prácticos, el Minsa los ha dividido, en el Perú, en dos niveles de prioridad: el primero, que incluye a pacientes que llevan tratamiento oncológico o lo llevaron durante los últimos seis meses; y el segundo, en el que están quienes lo llevaron pasado ese lapso de tiempo.
¿Hay algún requisito que los pacientes oncológicos deban cumplir para vacunarse?
Sí. Hay algo que es muy importante señalar: los pacientes con tratamiento oncológico activo podrán vacunarse siempre que cuenten con el visto bueno de sus respectivos oncólogos. ¿Por qué? Porque muchas veces, los que se encuentran en esa condición tienen los niveles de leucocitos o de defensas algo bajos.
Entonces, antes de dar luz verde al tratamiento de la vacuna de la primera o segunda dosis, tienen que comunicarse con el oncólogo porque se necesita un hemograma, es decir, un examen de sangre que les permita ver cómo marchan sus defensas. Si todo esta bien, la vacunación puede proceder.
¿Hay una diferencia de fechas de acuerdo al orden de prioridad?
No. El sábado 19 empiezan todos. En este aspecto, lo que va a determinar el orden de prioridad es una ventaja relacionada a las locaciones. En esa línea, los que se encuentran con tratamiento activo podrán vacunarse en los centros de salud en el que los tratan contra el cáncer, mientras que los del segundo orden de prioridad se inmunizarán en el local designado según su zona de residencia, uno que esté cercano al domicilio de estos usuarios. Ambos deben contar con el visto bueno de un oncólogo.
Se está abriendo una especie de registro que tienen que hacer cada uno de los centros, públicos y privados, para determinar qué pacientes se vacunan en las instituciones en las que su cáncer es tratado.
¿También se considera para la vacunación a los pacientes oncológicos de larga supervivencia?
Sí se les considera. Al igual que con los pacientes de segunda prioridad, les corresponde ir a los centros de vacunación designados cerca de sus domicilios.
¿Los pacientes oncológicos hospitalizados podrán recibir la dosis?
Sí, siempre y cuando hayan superado la enfermedad derivada del problema oncológico que causó la hospitalización. Si tienen una infección, por ejemplo. Superado ese cuadro, podrán vacunarse bajo la autorización del oncólogo.
¿Cuáles serían los riesgos o efectos secundarios de la vacuna para una persona que esté tratándose contra el cáncer?
Puede haberlos, pero serían los efectos secundarios regulares que se presentan en cualquier persona que reciba la vacuna. Por ejemplo, un pseudocuadro gripal posterior, cefalea (dolor de cabeza), fiebre o dolor en el sitio de la colocación. Eso es universal para todas las personas que nos vacunamos.
Sin embargo, en el paciente oncológico, si es que se coloca la vacuna y no tiene la precaución de tener un hemograma de por medio, puede haber una complicación, porque hablamos de alguien con las defensas bajas por la quimioterapia que sí podría tener un problema de mayor índice o infección. Por eso es importante recalcar lo del visto bueno del oncólogo.
¿A qué reacciones deberían estar atentas las personas con cáncer que fueron vacunadas?
Deben poner atención los que se han vacunado y presentan un cuadro febril que supera los 39 °C por más de dos o tres días después de la vacuna. De ser este el caso, deben ponerse en contacto con su oncólogo. También si presentan algún tipo de problema mayor en el sentido de cuadros diarreicos que se extiendan por tres o cuatro días. Pero la alerta principal es la fiebre por más de tres días.
¿Cuál ha sido el impacto del COVID-19 en las personas con cáncer en el Perú?
Ha sido bastante impactante. El cáncer ocupa el séptimo lugar en cuanto a factores de riesgo para padecer de COVID-19. Quienes lo padecen son más vulnerables que la mayoría de pacientes de otras enfermedades.
En segundo lugar, el coronavirus ha impactado a nivel de los pacientes oncológicos en gran medida. Se considera que dos de tres han tenido algún impacto a nivel de su tratamiento: retrasos, disminución de dosis, entre otros, y eso ha impactado, lamentablemente, en términos de reapariciones de enfermedades que ya estaban controladas, o incluso provocando la muerte de muchos de ellos.
La vacunación nos va a permitir protegerlos para evitar este tipo de situaciones de vulnerabilidad. El propio cáncer disminuye las defensas y el tratamiento oncológico también tiene ese efecto, por lo que hay un doble factor de riesgo en caso de que se contagien con el virus.
Gracias a Dios, actualmente, los centros públicos y privados de oncología estamos regresando casi a la normalidad y podemos ponernos al día de todo lo que se dejó de atender el año anterior.
Existen muchos estudios en el mundo que nos han permitido conocer que la vacuna ha ayudado muchísimo. Nosotros ya lo estamos viendo en los centros de salud públicos. Yo trabajo ahí y hemos podido ver que la cantidad de pacientes octogenarios, o de 70 años en adelante, son bastante menos que antes. Ya no estamos viendo personas hospitalizadas por COVID-19 de esas edades, a diferencia de las de 50 hacia abajo que aún no reciben la vacunación.