Cada 13 de abril, se celebra el Día del Beso, fecha en la cual recordamos este elemento tan importante del ámbito romántico y erótico, puesto que, en las relaciones sexuales, es inevitable dar uno de estos para encender y mostrar todo nuestro deseo a la pareja. Por ello, con ayuda de los sexólogos Norma Bejarano y Christian Martínez, te explicamos la importancia de besar durante el sexo.
El beso posee dos razones para que exciten: una biológica y otra social.
En cuanto a la biológica, los especialistas señalaron que el ósculo es un gran estimulador de hormonas o moléculas que se liberan en el contacto, sobre todo la oxitocina, dopamina, adrenalina, serotonina, cortisol, etc.; las cuales producen placer.
"Las terminaciones nerviosas de los labios y lengua están conectados con el cerebro y con una serie de hormonas que generan placer, el deseo sexual y la excitación. Entonces, cuando comienza uno a besarse apasionadamente, aumenta la salivación, la saliva aumenta y da señal de aumento de la hormona del deseo sexual. Por todo ello, la persona comienza a sentir placer, satisfacción y excitación", comentó Martínez.
Asimismo, la sexóloga Norma agregó que todo este placer y satisfacción pueden producir distintas respuestas placenteras, incluso, si es muy intenso el beso, provoca un orgasmo.
"Las reacciones que generan pueden ser de todo tipo y depende de la zona que se bese, los besos eróticos pueden darse en cualquier parte del cuerpo y, sobre todo, en esas áreas donde la persona siente más gusto. También provoca mucha excitación, lubricación, erección, hasta orgasmos. Todo depende de cómo se le organice ese deseo de besar a cada sujeto, qué intención lleven los besos y también el tipo de vínculo entre las personas", puntualizó la experta.
En cuanto a lo social, Christian Martínez añadió que el ósculo en la boca excita porque expresa deseo sexual hacia el otro.
"El deseo sexual se da hacia la persona con la cual uno está besándose, por eso que el beso tiene un componente cultural importante que se relaciona hacia la excitación, atracción o gusto", especificó el sexólogo.
Como se ha mencionado anteriormente, los ósculos ayudan al placer y excitación. Además, Bejarano manifestó que, mientras nos besamos, se activan en nuestro imaginario muchas fantasías eróticas en torno al momento.
"La boca es una zona erógena importante. El tacto, la humedad de la boca, de las lenguas, el olor, el sabor, la mirada, el sonido, todos esos sentidos se activan y nos hacen recrear una historia sexual, la cual sostiene el deseo y hace que la excitación se mantenga. Los besos en la relación sexual implican quedarse un tiempo más. Enganchan, proyectan", detalló la experta.