El cónsul general del Perú en la provincia de Shanghái-China, Carlos Alvarado Montoya habría ayudado a dos organizaciones criminales de las tríadas chinas para traficar migrantes al Perú, a cambio de pagos entre mil y dos mil dólares por persona.
Así lo establece una investigación de más de tres años realizada por la Fiscalía Anticorrupción de Lima, en cooperación con las autoridades Chinas. Por este hecho, el fiscal Marco Huamán Muñoz solicitó una condena de cinco años de prisión para Alvarado Montoya por delitos de cohecho pasivo propio y tráfico ilícito de migrantes.
De acuerdo con la acusación, el ministro consejero Carlos Diego Alvarado Montoya “durante su desempeño como cónsul general del Perú en Shanghái, abusando de su cargo, entre los años 2010 y 2014” expidió irregular e ilegalmente visas de negocios a ciudadanos chinos vinculados a empresas sin solvencia económica y/o inexistentes que no cumplían los perfiles para obtener visas de negocios, a cambio de pagos de montos de dinero".
Alvarado Montoya se declara inocente y niega los cargos. Pero las autoridades chinas entregaron las declaraciones de los mafiosos chinos, filmaciones en video de seguimiento de reuniones, pagos en efectivo y reportes bancarios de transferencias. En China las primeras investigaciones datan del año 2006.
Vía cooperación judicial internacional, la fiscalía peruana ha corroborado la información. Está la declaración del personal del consulado peruano en Shanghái, que corrobora el irregular proceder del cónsul general y de familiares de los migrantes chinos beneficiados que hoy residen en Lima.
En marzo del 2015, La República Popular China declaró persona no grata y expulsó a Montoya Alvarado del país asiático. La información de las presuntas actividades criminales del cónsul fue entregada al Perú en julio del 2015, durante la Cumbre de la Alianza del Pacífico que se realizó en Lima.
“Según las pruebas recogidas en China, dos bandas criminales sospechosas de organizar tráfico ilícito de más de 150 ciudadanos chinos hacia el Perú desde el año 2006 establecieron relaciones con el señor Carlos Alvarado Montoya”.
"Las bandas criminales falsificaron documentos requeridos para sacar visas de negocios del Perú, entrenaron a los solicitantes según información ofrecida por el señor Alvarado, pagando como beneficio, en efectivo o a través de transferencias bancarias, las sumas de mil a dos mil dólares estadounidenses por cada solicitante", refirió la fiscalía china.
Los detenidos Juan Gerardo Tay Loo, también identificado como Dai Guokun, y Xu Shangqing fueron interrogados por la Policía china. Ellos relataron los pormenores de la operación.
Dai Guokun declaró que entró en contacto con el cónsul peruano el 2011. "Luego de un cierto tiempo de comunicación le propuse trabajar en la tramitación de visas y aceptó. Propuso que él mismo iba a entrevistar a los solicitantes facilitando la aprobación", señaló Guokun.
"Al principio, le dábamos 500 dólares americanos por persona, luego el monto fue subiendo hasta 1.000 dólares americanos por persona. Por eso, ahora se le cobró a Xu Shangqing 30 mil yuanes por persona. No importa si es visa de turismo o de negocios, ambos tienen la misma tarifa".
El relato tiene coherencia con un informe de la Cancillería. “En el 2011 se detecta por primera vez un patrón en las solicitudes de visa: empresas sin solvencia que invitan a 4 o 5 ciudadanos chinos que siempre tienen las mismas respuestas en los cuestionarios (...) Existe un patrón de conducta demostrado por Diego Alvarado para obtener visas de negocios sin la menor evaluación del perfil”