Un feroz incendio forestal en California se expandió durante la madrugada del domingo, quemando varios miles de hectáreas y obligando a realizar evacuaciones, mientras millones de estadounidenses padecen un calor abrasador que bate récords y se espera que se intensifique.
Más de 2.000 bomberos, apoyados por 17 helicópteros, fueron desplegados contra el incendio Oak, que se declaró el fin de semana en California, cerca del Parque Nacional de Yosemite, informó el Servicio de Protección Forestal de California (CAL FIRE).
En solo dos días desde que se declarara, el incendio ya ha arrasado más de 5.700 hectáreas. Las autoridades dijeron que el fuego avanza descontrolado por culpa de que el calor y la baja humedad “dificultan” los trabajos de extinción.
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“Las extremas consecuencias de la sequía han llevado a un nivel crítico de combustibilidad”, según dice el CAL FIRE.
Foto: AFP
Considerado “explosivo” por las autoridades, el incendio deja a su paso vehículos y casas destruidos, mientras que personal de emergencia trabaja para evacuar a residentes y proteger edificios amenazados por el avance de las llamas.
Ya han sido destruidas 10 propiedades, cinco resultaron dañadas y miles están en peligro. Más de 6.000 personas han sido evacuadas, dijo Hector Vasquez, funcionario del CAL FIRE.
La crisis llevó al exvicepresidente Al Gore, incansable defensor de la lucha contra el cambio climático, a lanzar el domingo serias advertencias sobre la “inacción” de los legisladores estadounidenses.
Gore fue terminante cuando le preguntaron si, tal como prometió, el presidente Joe Biden debería declarar una emergencia climática.
“La madre naturaleza ya ha declarado una emergencia mundial”, dijo en la cadena ABC News. Y, “rápidamente, va a ser mucho peor”, advirtió en otra entrevista a la NBC.
Canícula. Temperaturas mayores de 37 ºC se darían al este de Kansas y Oklahoma, sur de Misuri y el norte de Arkansas.
Efectos. Olas de extremo calor afectan Europa occidental e India, según los científicos, por el calentamiento del clima.