Ante la mirada atónita de decenas de transeúntes, una familia trasladó en camilla a un muerto sospechoso de coronavirus por las calles del municipio de Fundación, Magdalena, Colombia. El cadáver fue sustraído de forma violenta del hospital local.
Los testigos del insólito incidente solo atinaron a grabar, debido a que las personas se negaron a que a su ser querido se le sometiera a una serie de protocolos por tratarse de un paciente sospechoso de COVID-19.
Los médicos les detallaron a sus familiares que debían practicarle una prueba al cadáver y de resultar positiva era urgente aplicarle un proceso de entrega con medidas especiales que consistía en embalaje, cremación y otros protocolos de bioseguridad.
El secretario de Salud departamental, Julio Salas, informó que en la madrugada del jueves 8 de abril ocurrió el fallecimiento de un hombre de 58 años, identificado como Ramón Quintero, quien padecía de un cuadro fuerte de neumonía.
“Los hijos del fallecido se negaron y decidieron sacar el cadáver a la fuerza rompiendo vidrios y puertas del centro hospitalario”, sostuvo Salas a El Universal.
Ni siquiera la Policía pudo impedir que los familiares sacaran el cadáver, lo envolvieran en una sábana y lo trasladaran en una camilla para sepultarlo en un cementerio.
“¡Un muerto! Mira es un muerto”, exclamaban los testigos sorprendidos de ver cómo hombres y mujeres en medio de lágrimas e impotencia trasladaban el cuerpo de su familiar.
Tras la difusión de los videos, el Hospital San Rafael de Fundación emitió un comunicado en el cual calificó como un acto delictivo el accionar de la familia del fallecido.
“La E. S. E. Hospital San Rafael de Fundación, encabezada por la doctora Diana Esther Sánchez, rechaza los actos vandálicos presentados en la institución debido a la arremetida que tuvieron familiares del paciente fallecido Ramón Eliécer Quintero, quien permanecía en abandono por parte de los familiares mientras recibía la atención médica requerida”.
El nosocomio también resalta que el paciente fue atendido bajo todos los protocolos requeridos para un caso sospechoso de coronavirus y que la familia irrumpió violentamente contra el personal de salud para lograr su cometido.