El Gobierno de Bolivia lanzó este martes 13 de abril una campaña internacional que apunta, sobre todo, a que se liberen las patentes de vacunas y medicamentos contra la COVID-19, para un acceso equitativo a los fármacos y que las acciones mundiales contra la enfermedad sean efectivas.
La propuesta fue presentada por el canciller boliviano, Rogelio Mayta, en una reunión en La Paz con los diplomáticos acreditados en el país y en una rueda de prensa ofrecida tras ese encuentro.
Mayta manifestó que en el mundo “hay decenas y decenas de farmacéuticas que están en la posibilidad de fabricar las vacunas, pero que no lo pueden hacer porque hay propiedad intelectual”.
“Ante una situación de grave emergencia de la humanidad, nosotros planteamos que debe superarse cualquier obstáculo y debemos liberar las patentes para que se pueda fabricar vacunas en todas partes del mundo”, sostuvo.
El ministro boliviano afirmó que, según los científicos, se debe vacunar al menos al 70% de la población mundial para frenar efectivamente el avance de la enfermedad, pues de lo contrario seguirán apareciendo “nuevas variaciones” y la pandemia continuará por años.
La campaña boliviana también pide a los “países ricos que han acaparado vacunas” que entreguen “lo que hayan adquirido demás” a los pueblos “que más lo necesitan”, indicó.
Según Mayta, varios Gobiernos y firmas farmacéuticas estatales han expresado una voluntad de “liberar” su propiedad intelectual, por lo que les pidió hacerlo “de inmediato y sin más demora”.
La campaña ya ha sido activada en todas las representaciones diplomáticas que tiene Bolivia en el mundo y también se planteará en todos los foros internacionales en los que el país tiene participación, agregó el canciller.
Bolivia también prevé iniciar acciones ante las instancias que correspondan para facilitar los procesos de liberación de patentes, explicó, por su parte, el viceministro de Comercio Exterior, Benjamín Blanco.
El país acumula 12.469 muertes y 283.084 contagios de la COVID-19 desde los primeros casos detectados en marzo de 2020. El Gobierno boliviano firmó contratos para adquirir 5,2 millones de dosis de Sputnik V y otros 5 millones de AstraZeneca-Oxford a través de Serum.
Durante la reunión, el embajador de España en Bolivia, Javier Gassó, destacó la iniciativa boliviana que “coincide plenamente con la posición que de alguna manera ha defendido España en los foros multilaterales” de una consideración de la salud como “un bien público global”.