Brasil reportó más de 66.000 muertos solo en el mes de marzo a causa del coronavirus. Esta cifra récord es el doble de la que se registró en febrero, pese a las nuevas medidas que impuso el Gobierno para restringir actividades públicas.
El colapso del sistema de salud también se reflejó el último miércoles con 3.869 muertes y 90.638 nuevos casos confirmados. Asimismo, los funerales en los cementerios se están celebrando de noche por la cantidad de personas que fallecen a diario.
En la ciudad de Sao Paulo, los familiares que participan del funeral se reúnen alrededor de los focos que iluminan el agujero en la tierra que anuncia el turno del sepelio. Los trabajadores funerarios ataviados con equipos de protección individual (EPI) introducen los féretros rápidamente para después taparlos con tierra y continuar con el siguiente.
Por la actual emergencia que vive el país, el Gobierno de Jair Bolsonaro decretó que unos 40 millones de brasileños empezarán a recibir de nuevo la paga del coronavirus una semana antes de lo previsto.
Las ayudas se pagarán a partir del martes 6 de abril. Serán inferiores en beneficiarios en comparación a la primera ola de la epidemia, pero son consideradas imprescindibles para que más gente pueda quedarse en casa. La idea es que eso contribuya a frenar la veloz tasa de transmisión que ha matado a 66.000 personas solo en marzo.