Con la exhibición de estatuas de hielo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de Brasil, Jair Bolsonaro frente a la sede central de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York, la organización ecologista Greenpeace protestó contra los “deliberados fracasos” de ambos líderes para proteger el medio ambiente.
La protesta fue realizada con ocasión de la Cumbre de la Biodiversidad organizada por la ONU. “¿Dónde están Trump y Bolsonaro mientras el mundo arde? Tienen que despertar ante la descomposición ecológica y seguir a la ciencia”, manifestó Arlo Hemphill, activista de Greenpeace USA, en un comunicado.
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Los líderes, sostuvo el ecologista, deben “actuar inmediatamente para terminar con la deforestación, proteger al menos el 30 por ciento de los océanos y poner fin a las emisiones que dañan el clima”.
Hemphill señaló que, aunque Estados Unidos y Brasil son dos de los países con más biodiversidad del mundo, ambos están “ardiendo”. “Trump y Bolsonaro son las caras de la extinción porque tienen agendas radicales que están destruyendo la naturaleza, llevan al colapso de la biodiversidad y exacerban la emergencia climática”, indicó a la agencia AFP.
En ese sentido, la ONG lamentó que Estados Unidos no tenga ningún orador en la cumbre que se celebra de forma virtual por la pandemia. Trump, quien abandonó el Acuerdo de París, eliminó protecciones a la ley de especies protegidas y “socavó” la ley de protección ambiental, según indicó Greenpeace.
A diferencia de Trump, Bolsonaro participó de la cumbre con un discurso donde atacó a quienes lo acusaban de permitir la destrucción de la Amazonía. La organización ecologista afirmó que la deforestación ha estado en alza desde que dicho mandatario asumió el poder en Brasil.
Con información de AFP y EFE