La farmacéutica estadounidense Moderna publicó el jueves un documento de 135 páginas en el que detalla cómo está llevando a cabo los ensayos de la última etapa de su candidata a vacuna contra el coronavirus. Con ello busca determinar finalmente si es segura y eficaz.
No obstante, los plazos revelados por dicho informe sugieren una contradicción con lo predicho por el presidente Donald Trump. El mandatario aseguró en una rueda de prensa el miércoles, en la Casa Blanca, que distribuirá 100 millones de dosis antes de que inicie 2021.
“Seremos capaces de distribuir 100 millones de dosis de vacunas para el final de 2020, y luego un número muy grande después”, expresó.
El protocolo de Moderna, en cambio, indica la posibilidad de que el primer análisis de los datos del ensayo no se realice sino hasta finales de diciembre, debido a que quizás no haya suficiente información para precisar la eficacia de la vacuna.
Señala, además, que es más probable que los análisis posteriores, programados para marzo y mayo, proporcionen dicha respuesta.
La carrera por elaborar la vacuna contra la COVID-19 se ha pintado con tinte político en Estados Unidos, sobre todo en un contexto con miras a las elecciones presidenciales.
Es en este escenario donde resuenan precisamente las promesas del actual mandatario sobre la pronta autorización de una vacuna contra el coronavirus para octubre. Ya las autoridades sanitarias del país han negado esta posibilidad y pidieron esperar.
El documento de 135 páginas de Moderna lo reafirma, ya que es, junto con AstraZeneca y Pfizer, uno de los más prometedores proyectos de vacuna contra la COVID-19 que se desarrolla actualmente en EE. UU.
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La vacuna de Moderna se encuentra en pruebas de fase 3 con más de 25.000 voluntarios inscritos. Alrededor del 28% son afrodescendientes, latinos o de otros grupos que han sido particularmente afectados por la enfermedad.
La mitad de los participantes reciben la vacuna y la otra mitad, una inyección de placebo que consiste en agua salada.
Para ser aprobada, se necesita tener un 60% de eficacia. Esto es, un total de 151 casos de COVID-19, presentes entre los grupos de personas que recibieron la vacuna y el placebo.