Por: Ernesto Carrasco y José Alván
Desde que el coronavirus comenzó a extenderse por el mundo, alrededor de 200 laboratorios en diferentes países han iniciado la carrera para dar con una vacuna que pueda protegernos de esta enfermedad multisistémica y devolvernos a un estado parecido a la normalidad. De esos dos centenares de proyectos, la Organización Mundial de la Salud (OMS) está siguiendo de cerca unos 140; de los cuales, varios de ellos están siendo probados en seres humanos a través de ensayos clínicos.
Sin embargo, son solo tres los que están en etapas más avanzadas. Se trata de la vacuna experimental CanSino Biologics, que se desarrolla en China; la llamada ChAdOx1 nCoV-19, de la Universidad de Oxford en Reino Unido; y la que realiza la compañía Moderna, en Estados Unidos.
La vacuna Ad5-nCoV de la compañía china CanSino Biologics empezó en julio la fase tres de sus ensayos, y ahora será probada en un grupo de aproximadamente 40.000 voluntarios para evaluar su eficacia. Rusia, Brasil, Chile y Arabia Saudita están en conversaciones con dicha empresa para dar inicio a la vacunación de los voluntarios.
A través de un comunicado, la compañía precisó que los resultados de los ensayos clínicos "muestran un buen perfil en cuanto a su seguridad y altos niveles de respuesta inmune celular y humoral". Además, que "los resultados clínicos generales indican que la Ad5-nCoV tiene el potencial de prevenir las enfermedades causadas por el SARS-CoV-2".
Qiu Dongxu, presidente ejecutivo y cofundador de CanSino dijo que su nueva fábrica, que aún se encuentra en etapa de construcción en China, le permitirá producir de 100 millones a 200 millones de dosis de vacunas por año a principios del 2021.
La Universidad de Oxford anunció el último lunes que la vacuna que está desarrollando demostró ser segura y generó anticuerpos y células T para combatir al coronavirus. Se trata de la ChAdOx1 nCoV-19, probada en aproximadamente unas 1.000 personas y que ahora está por empezar la siguiente fase del ensayo. Esta vacuna fue creada a partir de un virus genéticamente modificado que causa el resfriado común en los monos. Sin embargo, fue alterado para que no cause infecciones en los seres humanos que la reciben, lo que lo hace más semejante a la Covid-19.
El 90% de los participantes desarrollaron anticuerpos neutralizantes después de la primera dosis. No se registraron reacciones peligrosas, pero un 70 % de ellos desarrolló fiebre o dolor de cabeza.
En la siguiente fase, el número de participantes al ensayo será de 10.000 personas en Reino Unido, otras 30.000 en EEUU, 2.000 en Sudáfrica y 5.000 en Brasil.
La farmacéutica estadounidense Moderna iniciará la fase 3 de su proyecto de vacuna ARNm-1273 el 27 de julio, lo que la convierte en el primer proyecto en dar inicio con las pruebas finales. Para ello, participarán unas 30.000 personas de 87 localidades de los Estados Unidos.
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Este prototipo utiliza material genético llamado ARN mensajero para que las células produzcan proteína espiga del coronavirus.
A diferencia de los otros proyectos, se trata de dos dosis que se inyectaron con un mes de diferencia. La primera se encargó de generar anticuerpos y la segunda produjo una respuesta inmune significativa.
El gobierno de los Estados Unidos espera que los resultados estén a finales de este año.
Durante una audiencia ante el Congreso de los Estados Unidos, los laboratorios estadounidenses Pfizer, Merck y Moderna anunciaron que, en caso de lograr la vacuna contra el nuevo coronavirus no la venderán a precio de costo.
Por su parte, las compañías Johnson & Johnson y AstraZeneca se han comprometido a vender inicialmente sus vacunas sin obtener ganancias.
Pese a que varias compañías recibieron subvenciones de cientos de millones de dólares del gobierno de Estados Unidos u otros países, los contratos no precisan cláusulas que limitan el precio máximo de las dosis.
"No venderemos al costo", dijo el presidente de Moderna, Stephen Hoge, en respuesta a una pregunta de un congresista.
La administración de Donald Trump pagará 1.950 millones de dólares para obtener 100 millones de dosis de una vacuna desarrollada por la alianza germano-estadounidense Biontech/Pfizer, anunciaron el miércoles los dos laboratorios.
"El gobierno de Estados Unidos (...) podría adquirir hasta 500 millones de dosis adicionales", dijeron las dos compañías en un comunicado.
Se trata del contrato más importante firmado en el marco de la operación Warp Speed, diseñada para acelerar el desarrollo de una vacuna mediante la financiación de ensayos clínicos y la construcción de plantas de fabricación.
Por su parte, el director de Emergencias Sanitarias de la OMS, Mike Ryan, dijo que "hay que ser realistas en cuanto a los tiempos. No importa cuánto intentemos acelerar el proceso, tenemos que estar seguros de que una vacuna es segura y efectiva, y esto toma su propio tiempo". Por esa razón, todo apunta a que la gente no empezará a ser vacunada hasta antes de la primera parte del 2021.
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El doctor Jaime Labarca, jefe del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, una de las universidades que está en conversaciones con la compañía china CanSino Biologics para ser parte del estudio de la fase 3 de la potencial vacuna contra el coronavirus, afirma que “no todos los países que están produciendo la vacuna tienen muchos casos de la Covid-19, por lo que es un buen momento para Sudamérica para poder conseguir convenios a nivel de universidades y grupos de investigación”.
En declaraciones a la agencia Andina y Canal N, el médico epidemiólogo Luis Suárez Ognio, del Comando Vacuna del Perú, impulsado por el sector Salud para lograr que nuestro país sea uno de los primeros en el mundo en acceder a la vacuna contra la Covid-19, explicó que “uno de los mecanismos para adquirirla es el fondo rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud”.
Pero también “el Ministerio de Salud está en trato directo con diferentes laboratorios y tiene un grupo de expertos” que evalúa los resultados de los estudios mundiales.
La otra opción “es la participación activa en la coalición global Covac, para las vacunas”, un organismo cuyo objetivo es su distribución en los países de ingresos medios-bajos. “Se trabaja en todos los frentes”, aseguró Suárez.
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