Una publicación en Facebook escrita por Severo Sosa se volvió viral en solo minutos. Este padre de un pequeño autista y hermano de una invidente contó un episodio que le tocó vivir en un bar en la ciudad de Córdoba (Argentina).
En el post de Facebook relata el momento en que la azafata se jacta de que el establecimiento es “inclusivo”, de modo que los recibe con un "Hola chiques”.
Ante esa situación, Severo Sosa atinó a pedirle la carta con pictogramas para su hijo y en braille, el sistema de lectura y escritura táctil que emplea su hermana. Sin embargo, la trabajadora le indicó que no las tenían.
De allí se desprende su potente crítica al uso del lenguaje inclusivo, el sistema de comunicación que intenta evitar el sesgo hacia un sexo o género social en particular.
La publicación de Facebook ha sido compartida cerca de 70 mil veces en solo dos días y generó 30 mil reacciones.
Contactado por Canal 12 de Córdoba, Severo Sosa señaló que no quiso cuestionar el lenguaje inclusivo, sino “el discurso incoherente” de quienes lo imponen.
“Hay quienes creer que por utilizar un lenguaje inclusivo ya son tolerantes, y no. Con la e no alcanza, es poco”, aseveró.
“A quienes no lo usan se los trata de intolerantes, de fachos, de poco inclusivos... Y entonces con esto se desprende que quien pide tolerancia e inclusión resulta intolerante”.
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Para Severo Sosa, la inclusión no se deslinda del respeto ni la tolerancia.
“Hay que respetar a quien lo quiere utilizar, y a quien no también. Usarlo no te hace más ni menos inclusivo. Aunque también llega alguien que habla inclusivo y lo miran como: uy, este. Los hechos marcan a las personas", señaló.
Y agregó: "Muchachos, no podemos caminar con una persona en silla de ruedas en las calles. Va a quedar lindo en el discurso, pero no el hecho concreto”.
En diálogo con el canal de Argentina, Severo Sosa comentó que su pequeño fue rechazado de una escuela hasta que la directora de su actual institución lo invitó a quedarse.
“Me dijeron: aquí lo queremos. La profesora de Facu (su hijo) incluso se preparó afuera para tratar a niños con autismo. Y no hablaba lenguaje inclusivo”, remató.
El lenguaje inclusivo busca modificar las bases y normas del castellano, debido a que imperan en ella el ''sistema patriarcal'', según A24. También es llamado lenguaje no sexista, y desde hace 40 años, es empleado por colectivos feministas que buscan la paridad en todo sentido.
En la actualidad los grupos de diversidad sexual pugnan por incluir este lenguaje en la Real Academia Española, considerando que “para abarcar todas las identidades sexuales en el uso del lenguaje, lograr una representación justa y equilibrada, cuestionar el machismo del sistema patriarcal que subyace en las bases del lenguaje tradicional y permitir comodidad, inclusión y equidad de género”, recoge el diario mencionado.