(Texto y fotos: Aldair Mejía)
Si no fuera por las actividades que se ven en el bullicioso muelle del costado, cualquiera podría decir que el pequeño puerto de Pucallpa está abandonado. La mayoría de sus trabajadores dependía de la llegada de turistas para vivir. La pandemia cambió su dinámica. Los lancheros y agentes de turismo esperan que se normalice el flujo de visitantes para operar de nuevo.
Los botes ya no prestan sus servicios. Sus dueños esperan que se reactive el turismo.
Todavía hay pequeños negocios en el pequeño terminal.
(Foto: Aldair Mejía)
Estibador lleva carga de fruta al muelle de Pucallpa.
(Foto: Aldair Mejía)
Negocio de zapatos y zapatillas en el muelle.
(Foto: Aldair Mejía)
Niña se refresca junto a un cargamento de plátanos.
(Foto: Aldair Mejía)
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Tres niños descansan sobre un bote luego de una jornada en la que trabajaron como estibadores.
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