Por: Gabriel Gargurevich
Su chocolate es considerado como uno de los mejores del mudo, pero mucho tiempo atrás era dueño de la escena musical. Samir Giha nos cuenta su vida alejado de la música, sus nuevos proyectos como empresario y cómo conquistó la industria del cacao con Cacaosuyo.
Has ganado recientemente un premio con tu chocolate, que es considerado el mejor del mundo. ¿Cómo te sientes?
Estamos muy contentos. En el año 2016 ganamos el mejor chocolate de leche del mundo, con un chocolate que se llama ‘Piura milk’.
Entonces, hay un premio anterior.
Sí, fue muy difundido en su época, pero cada vez más el Perú reconoce que el mundo tiene chocolates finos. Es una categoría nueva que nosotros introdujimos en el año 2013 y ha ocupado un espacio pequeño, pero a nivel mundial se está dando a conocer mucho el cacao peruano. Dejamos de ser solo un país exportador de cacao y ahora producimos con un valor agregado.
El concurso se llama ‘International Chocolate Awards’ y es bastante reconocido, ¿no?
Sí, en chocolate es como el Óscar, es el más importante porque hacen competencias regionales en Europa, Asia y América.
¿Cómo un cantautor tan talentoso decide incursionar en la producción de chocolate?
La persona que es artista, es artista en general. A mí me encanta la cocina y creo que cocino rico, o al menos así me lo dicen. Entonces, me gusta el canto, y la cocina es un arte también.
Tú estás metido en la producción del chocolate.
Soy catador. Hay un curso que es el más avanzado del mundo de cata de chocolate, que tiene un tercer nivel, y yo me gradué en el primer grupo de ese tercer nivel.
¿Qué es lo que más extrañas de los escenarios?
Siempre decía que me gustaba más presentarme que el hecho de componer, es más, creo que componía para estar en el escenario, porque disfruto de ver a la gente, las reacciones.
¿Fue difícil para ti alejarte de la fama?
No tengo que extrañar el escenario porque sigo cantando, entonces, sigo disfrutando, pero a grupos más reducidos, clubes o fiestas privadas.
Pero tu fama ha menguado un poco en relación con los 80.
Claro. Mi fuerte fue el 90 y 92.
¿No extrañas la fama de esa época?
No. Hay cosas buenas de la fama, pero no necesariamente la extraño en ese sentido. Pasé de ser quien grababa discos a manejar a otros artistas mediante una disquera.