"La noticia más bochornosa de este 2019 es que aquí nomás, a tu ladito, exista un peligroso sector de irresponsables que estén llamando a buscar al Bolsonaro peruano".,Una de las peores noticias del año que recién empieza ha sido la juramentación del máximo representante de la ultraderecha en América Latina, Jair Bolsonaro, como presidente del Brasil. Un proyecto ideológico que empieza así su trabajo de demolición de todo lo construido hasta ahora, lo que incluye la desprotección de la Amazonía y la persecución de indígenas, izquierdistas, gays, afrobrasileños y feministas. Pero la noticia más bochornosa de este 2019 es que aquí nomás, a tu ladito, exista un peligroso sector de irresponsables que estén llamando a buscar al Bolsonaro peruano. Aprovechando este auge del fascismo en el mundo –acaso se pensaban que iban a tener ideas propias– quieren subirse al carro y ungirse como la verdadera derecha peruana, a la derecha de Keiko, a poder ser. Conocidos por su terror al color rojo, estos terruqueadores y ahora exfujimoristas –le han afeado en las últimas horas al fujimorismo que haya desprotegido a Chávarry– piden explícitamente que llegue al Perú un partido político que defienda a Dios, la patria y la familia, los evangelios que ocultan en realidad la vuelta a su añorada santa inquisición. Su Dios los ha escuchado porque hoy mismo nos enteramos de que hay uno que podría convertirse en el partido a su medida. No vamos a subestimar a los de Con mis hijos no te metas, que podrían conseguir el millón de firmas que necesitan. Son capaces de sacarle dinero en la misa de las 12 hasta a la más Chihuán y pagar tantos táperes como Keiko. Y si Fuerza Popular, más torpe que la Banda del Choclito, se hizo partido, por qué ellos no. Sin disimulo, se hacen llamar Acción Cristiana. El pobre Jesús pediría que lo volvieran a crucificar si supiera que estos facinerosos andan haciendo política en su nombre. Sin embargo, tengo la esperanza de que como sociedad seremos capaces de desmontar en un segundo su discurso reaccionario de odio y de desenmascarar su debilidad por los curitas violadores. Ni toda la plata sucia y evangelizadora podrá alienar a quienes ya despertaron.