Hay un desgaste general del gobierno, lo que algunos llaman gobernabilidad, aunque el término no me gusta mucho, en la capacidad de gobernar. Sucede tanto en el Ejecutivo como en el Legislativo, y eso se ve en la encuesta de GfK.En el Congreso se ve una debilitación de la popularidad de la mayoría fujimorista, que es identificada por la población como gente que impide gobernar, por su conducta obstruccionista. Por otro lado, el Ejecutivo se desgasta porque no puede afrontar tres problemas centrales: la lucha contra la delincuencia, la corrupción y la falta de servicios sociales básicos. Sobre esto último, estamos en un momento en que el modelo ha entrado en crisis luego de la década de precios altos que terminó entre el 2013 y 2014. Entonces hay menos recursos y, lógicamente, la población lo siente más.Creo que esas son las dos tendencias: falta de gobierno, aguda en el Congreso obstructivo; e incapacidad del Ejecutivo para afrontar los problemas básicos. Eso es lo que se refleja y transmite a la ciudadanía.❧