En el 2008. El abogado Pedro Morote fue el primero en denunciar la sospechosa red de Odebrecht. Y entregó a la fiscalía el contrato de Monteverde con la referida constructora por extrañas obras civiles, pagos de millones de dólares, órdenes de transferencia a bancos de Brasil, Costa Rica, etc. Pero la fiscalía no investigó nada.,Pedro Aníbal Morote Cornejo camina ayudado de un bastón. Tiene 75 años y, por estos días, sufre una tos implacable que no lo deja tranquilo. Abogado, economista, periodista y escritor, fue la primera persona en denunciar la existencia de una red que desviaba millonarios fondos de Odebrecht, para fines entonces desconocidos. PUEDES VER: Empresa Camargo Correa pide separar casos ‘Lava Jato’ y ‘Castillo de Arena’ Eso fue el 2008. Hoy la fiscalía considera que esa red que denunció Morote era el sistema que utilizaba Odebrecht para encubrir los sobornos. "Yo descubrí todo de una manera casual, pero de ningún modo fortuita. Lamentablemente no me hicieron caso y archivaron la denuncia. Hasta fui perseguido. Ahora, varios años después, recién sale a la luz todo lo que revelé", señala con cierta satisfacción. Su denuncia la realizó en el 2008, tras desvincularse de los empresarios Gonzalo Eduardo Monteverde Bussalleu y María Isabel Carmona Bernasconi, con los que trabajó como asesor legal desde mediados de la década del 90 hasta los últimos meses del 2007. Todo por un CPU "Primero mi trabajo con ellos era eventual, pero luego me dieron una oficina en un edificio en la cuadra 9 de Pardo, en Miraflores. Hasta entonces, yo ignoraba que estaban metidos en negocios turbios", recuerda. Monteverde y Carmona, dueños de la por entonces desconocida constructora Área SAC, también ignoraban algo: que las pruebas de su presunto accionar delictivo serían descubiertas por su asesor de la manera menos esperada. "Ellos me habían dado una computadora nueva para mi oficina, que luego fue cambiada durante una mudanza. No sé si fue a propósito o por error, pero me dieron un CPU usado. Este contenía gran cantidad de documentos que probaban sus actos ilícitos", asegura Morote. Entre los documentos que halló se encontraría el contrato por más de US$ 8 millones 330 mil dólares firmado entre el consorcio IIRSA Norte (del que forma parte Odebrecht) y Área SAC, por la remoción de tierras y transporte de materiales en un tramo de varios kilómetros de la Carretera Interoceánica. También el subcontrato por ejecución de obras entre Área SAC y el empresario Jorge Salinas Coaguila, cuyo fin, según Morote, era generar facturas falsas por más de 7 millones 900 mil dólares, con lo que Monteverde y Carmona quedarían libres de impuestos. "Yo tenía varios años trabajando con ellos y sabía que Área SAC era una empresa chica, que nunca tapó ni un solo bache en una pista, por eso me pareció sospechoso que le encomendaran una obra tan grande. Si no tenían un solo volquete, ¿cómo harían ese trabajo? Enseguida me dí cuenta que se trataba de un contrato falso, de una maniobra ilegal", apunta. Dinero en círculos Pero además de los contratos por obras falsas, Pedro Morote afirma haber hallado cartas dirigidas a bancos en las que se especificaban movimientos de dinero que, luego de un complejo entramado, regresaban a Monteverde y Carmona, a través de testaferros y empresas offshore situadas en Brasil, Costa Rica, Islas Vírgenes Británicas, etc. Las empresas usadas para estos movimientos serían Allamanda Ventura Limited, Dominatrix Limited, Casa de Cambios La Moneda SAC, Café D'Marco, Eternum SAC, etc. Según la información presentada por Morote a la Comisión Lava Jato del Congreso en el 2015, la lista la conformarían más de 30 empresas. "Había, también, contratos por préstamos de otras empresas de Monteverde y Carmona a Salinas Coaguila. Préstamos por 700 mil y 800 mil dólares, que Salinas pagaba después de cobrar el dinero de Área SAC. Es decir, lo que estas personas hacían era mover el dinero en círculos", comenta. Para explicarlo mejor, Morote toma un lapicero, un papel y dibuja un esquema: "supongamos que yo soy una empresa (Odebrecht) y tengo una obra que me va dar una ganancia de varios millones, pero para ejecutarla debo pagar un soborno, entonces uso a una segunda empresa (Área SAC), con la que justifico ese gasto adicional y lo maquillo como un subcontrato". Continúa: "Pero, claro, esta empresa (Área SAC) recibe una comisión y también debe pagar impuestos, ahí es donde entra Salinas Coaguila, que vende facturas falsas para que no solo cobren la comisión, sino que se queden con todo el monto de los impuestos". Archivaron el caso Por sus conocimientos de economista y su especialidad como abogado en temas tributarios, Morote asegura que logró "armar el rompecabezas" y de inmediato denunció el hecho ante la Sunat, el Ministerio Público y la entonces División de Lavado de Activos de la Policía Fiscal. "Presenté todas las pruebas que había en el CPU y otras más que fui consiguiendo. Tardé alrededor de dos meses en armar todo. Se trataba de un caso de lavado de activos y evasión tributaria. Pero ellos (Monteverde y Carmona) me hicieron una contradenuncia por difamación y finalmente el caso se archivó. Incluso sancionaron al fiscal que tomó mi denuncia", acusa. Un ex oficial del Ejército sería el nexo entre Área SAC y Odebrecht Pedro Morote, sospecha que un oficial del Ejército en retiro, sería el nexo entre Monteverde, Carmona y la empresa brasileña Odebrecht. "Yo los asesoraba con temas tributarios vinculados a inmuebles, pero sobre Constructora Área SAC nunca me consultaron nada. A fines del 2007, cuando nuestro vínculo se deterioró, solo sé que se reunían en privado con un ex coronel o general del Ejército", recuerda. También afirma que los socios hacían alarde delitos pasados: "Monteverde contaba que en las épocas de los dólares MUC encontró una manera de ganar dinero enviando personas al extranjero y falsificando pasajes. Carmona, por no quedarse atrás, comentaba que una vez mandó robar un documento del Poder Judicial".