El mamarracho vial del ‘by-pass’ de la Av. 28 de Julio., La campaña electoral que genera, especialmente en la segunda vuelta, mucha atención sobre los candidatos, beneficia a algunas autoridades en ejercicio al camuflar sus desaciertos para que pasen relativamente inadvertidos, pero ni eso puede ocultar el problema vial creado por el alcalde Luis Castañeda –conocido como ‘by-pass’ de 28 de Julio–, que es una manera de ‘baipasear’ el interés de la ciudad y sus ciudadanos. La obra nació como un conejo (chusco) sacado de la manga por un alcalde que volvió al frente de Lima con mucha sangre en el ojo pero pocas ideas como consecuencia de que no se tuvo que esforzar mucho para ganar una elección que se la llevó fácil porque era la antítesis a la deslucida gestión previa de Susana Villarán. Este ‘by-pass’ de 28 de Julio constituye un ejemplo de lo que nunca se debe hacer en la gestión pública, ya sea en un municipio provincial o distrital, un gobierno regional, un ministerio o un simple chiringuito. Precisamente, el director de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico, José Luis Bonifaz, señaló hace poco que este desacierto vial “en realidad nunca fue pensado con el objetivo de aliviar el tráfico, de armonizar la ciudad o de generar nuevos espacios urbanos”. Agrega que “estamos ante la imposición de una obra con el objetivo de contraponerse a un proyecto del régimen anterior (…) con el único fin de mostrar una suerte de progreso a la ciudadanía, cuando en realidad surge como una medida populista ante la ausencia de políticas públicas en el desarrollo urbano de nuestra ciudad”. El problema que observa Bonifaz, en coincidencia con varios otros técnicos preocupados por el buen gobierno en la gestión pública, es que la falta de ideas con visión de futuro de autoridades como Luis Castañeda es reemplazada con mucho cemento en obras visibles para la gente, aunque su escasa utilidad sea tan clamorosamente evidente. Que es lo que justamente ha pasado en este ‘by-pass’. Tanto que el contralor general de la república señaló, sobre la congestión vehicular creada por este desacierto: “Yo mismo la sufrí el otro día, todos estamos viendo problemas de transitabilidad”. Fuad Khoury anuncia ahora una evaluación pues el municipio habría incumplido las recomendaciones de sus técnicos en un control previo al inicio de la obra. Ojalá se haga y pronto porque, fiel a su estilo, Castañeda se ha negado a brindar a los vecinos, al amparo de la ley de transparencia, la información pública que le han pedido sobre este clamoroso mamarracho vial.