En el último estudio de Bumeran “¿Trabajas de lo que soñabas?”, se develó que más de la mitad de nuestra población, precisamente el 62%, no se desempeña en el campo que alguna vez anheló cuando era niño.
Según la investigación, el 53% de los talentos expresa sentirse frustrado por no haber alcanzado sus sueños laborales. No obstante, Alejandra Dinegro, investigadora principal de Fairwork-Oxford y especialista laboral de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMS), destacó que más que una cuestión de actitud toca entender todos los problemas que hay detrás y que se arrastran desde hace muchos años.
“No es un escenario reciente ni tampoco un tema generacional, no se trata de actitud. Es una problemática estructural y esa frustración se expresa en el hecho de que se sientan agradecidos por tener un trabajo, pese a no estar en el lugar donde quisieran estar”, anotó.
Y es que, aunque el 80% de los trabajadores cambiaría su actual ocupación por la que soñaba, no lo hacen porque buscan cubrir mínimamente los gastos de la canasta básica.
La especialista resaltó que hay una serie de brechas que se presentan, desde el lugar donde estudias y el apellido. Así como la misma pobreza en un país donde la tercera parte de la población se encuentra en esa situación de vulnerabilidad.
Por otro lado, están las brechas de género -aún significativas- que se ven evidenciadas en ese 25% menos que reciben las mujeres en sus salarios, pese a existir una ley que prohíbe la discriminación remunerativa.
Pero, si bien es innegable que hay un factor cultural que parte del núcleo familiar y de la reproducción de estereotipos, el problema principal radica en un Estado que coloca a la educación en segundo plano.
“Hay que hablar del divorcio que existe entre el sistema educativo y el mercado laboral. Los jóvenes egresan, pero terminan trabajando en otras actividades justamente por la influencia en la educación, porque es diversa y su calidad varía enormemente entre regiones y entre sectores. Muchas instituciones no están alineadas a las necesidades del mercado laboral”, apuntó Dinegro.
Esto podría explicar por qué el 63% de quienes siguieron estudios relacionados a su profesión soñada no trabaja hoy en un área cercana a esta.
El informe muestra que ni hombres ni mujeres sentían atracción por las ventas cuando eran niños, siendo solo que el 4% y 3%, respectivamente, soñaban con un trabajo afín.
Actualmente, el 26% de los hombres se desarrolla como vendedor y el 43% de las mujeres como vendedora, pero es necesario aclarar que, como el estudio no profundiza en las características de la muestra, es posible que muchos de estos puestos sean transitorios, cumpliendo así una etapa formativa básica en los jóvenes.
Aún así, es importante destacar que las mujeres siempre han sido líderes en retail porque “es un sector que se ha feminizado en base a temas culturales”, explicó la especialista.
Según el Corporativo Overall, una empresa de marketing, para el 2025 se prevé que el incremento de la participación de las mujeres en el rubro comercial se acerque al 75%.
“La educación es diversa y su calidad varía entre regiones. Muchas instituciones no están alineadas al mercado”.
Alejandra Dinegro