El Senado de Brasil aprobó el proyecto para privatizar Eletrobras, la mayor empresa de electricidad del país y Latinoamérica, mediante un proceso de capitalización que le puede rendir al Estado casi US$ 12.000 millones y que sería realizada este mismo año o durante el primer trimestre del 2022.
La iniciativa fue avalada con 42 votos a favor y 37 en contra, pero todavía puede ser sometido a una nueva discusión en la Cámara de Diputados antes de ser remitido al Ejecutivo para su sanción.
El Gobierno de Jair Bolsonaro alertó que el país está a puertas de una grave crisis hídrica y que el sector eléctrico “sufrirá las consecuencias”. Con este argumento, el mandatario ha tratado de justificar la privatización de Eletrobras, acción que es resistida por los sindicatos y los partidos políticos del espectro progresista.
Se calcula que la participación estatal en la compañía se reduciría del actual 60% a cerca de un 45%, todo mediante una oferta pública de acciones en la Bolsa de Valores de São Paulo.
Asimismo, el texto establece que cada accionista privado no podrá tener más de un 10% del total del capital y le reserva al Estado una llamada “acción dorada”, que le daría poder de veto en algunas decisiones de la empresa.
Eletrobras posee el 43% de las líneas de transmisión del país, con una extensión sumada de 76.230 kilómetros, y cuenta con una capacidad instalada de generación de 50.676 megavatios (MW), equivalente al 29% de la producción brasileña.
El año pasado, la firma estatal obtuvo un beneficio neto de 6.387 millones de reales (unos US$ 1.205 millones), un valor 43% menor respecto al 2019, debido al peor desempeño en el segmento de generación, entre otros factores.
Con información de EFE.