Si bien el 2020 estuvo marcado por la pandemia de la COVID-19, también destacaron grandes espectáculos en el cielo como los que ocurrieron en el último mes. En 2021, mientras la humanidad intenta salir de esta crisis, se podrán apreciar nuevos fenómenos astronómicos.
Entre la noche 26 de abril y la madrugada del 27, coincidirá la fase de luna llena con la mayor cercanía del satélite natural a la Tierra. En consecuencia, se producirá la famosa superluna.
Durante este fenómeno, la luna llena se ve un 7% más grande y 15% más brillante de lo normal. Esta superluna podrá ser observada desde todo el planeta, aunque en América se apreciará en su máximo esplendor.
El puerto de Acapulco bajo la luz de la superluna rosa. Foto: FFM
El 26 de mayo se producirá una nueva superluna, pero esta será aún más espectacular porque también será un eclipse lunar total.
Este fenómeno se produce cuando la Luna pasa por la umbra, la parte más oscura de la sombra de la Tierra, y adquiere un aspecto rojizo. Por esa razón, también se le conoce como la ‘luna de sangre’.
La luna de sangre se produce con el eclipse lunar total. (Foto: ESA)
Se verá en su totalidad en varias partes de América y Asia (en ciertas regiones se verá un eclipse parcial), aunque se apreciará por más tiempo en las islas de Oceanía como Australia y Nueva Zelanda.
El continente americano tendrá otra oportunidad el 19 de noviembre, cuando se produzca un eclipse lunar casi total, con más del 97% de la Luna en la umbra.
El 10 de junio, la sombra de la Luna ocultará el centro del disco solar y dejará ver un eclipse anular, mejor conocido como ‘anillo de fuego’. Este evento astronómico se podrá observar en una franja de Canadá, el Ártico y Rusia.
La luna se mueve frente al sol durante un eclipse solar anular en la aldea de Bullawala, en Dehradun, el 21 de junio de 2020. Foto: AFP
El 4 de diciembre, el disco solar volverá a ser ocultado por la sombra de la Luna, la cual será más grande porque nuestro satélite natural estará más cerca de la Tierra. Esto producirá un eclipse total de Sol en la Antártida.
Será un eclipse parcial en la parte más austral de Sudamérica.
Cada año, la Tierra pasa por escombros dejados por distintos cuerpos celestes. Al impactar con nuestra atmósfera, estos restos se convierten en brillantes meteoros. Pero hay ciertas fechas en que estas estrellas fugaces cruzan el cielo con tanta frecuencia que se les ha denominado lluvia de meteoros o lluvia de estrellas.
De acuerdo con la NASA, las más destacadas son las Perseidas, que llegan a su máxima actividad (hasta 100 meteoros por hora en el hemisferio norte) en la noche del 11 al 12 de agosto, y las Gemínidas, cuya etapa más intensa (hasta 120 meteoros por hora en ambos hemisferios) se da en la noche del 13 al 14 de diciembre.
Lluvia de estrellas Perseidas captada en California, EE. UU. Crédito: Brad Goldpaint / NASA.
También hay una notable lluvia de estrellas en la noche del 3 al 4 de enero, las Cuadrántidas. Pero este año coincide con una Luna casi llena, lo que dificultará la observación de los 80 meteoros por hora que normalmente se ven.
Asimismo, hay otras lluvias de meteoros que vale la pena ver, como las Líridas (abril), las Eta Acuáridas (mayo) y las Oriónidas (octubre), con un promedio de 30 meteoros por hora.
Para disfrutar de este tipo de eventos astronómicos, no basta con un cielo despejado, también se debe evitar el exceso de luz artificial en la superficie. Por eso, es recomendable alejarse de las ciudades.