Un equipo de científicos italianos ha determinado que las moléculas naturales indicadas para reducir el colesterol también afectan la capacidad infecciosa del SARS-CoV-2, virus causante del COVID-19.
Dado que las regiones de la membrana celular ricas en colesterol cumplen un rol fundamental en la endocitosis (proceso por el cual el virus se une e infecta a las células), los investigadores se centraron en las sustancias derivadas de forma natural, como la ciclodextrina y los fitoesteroles, que reducen dicho elemento en el organismo y tienen el potencial para interferir en la infección.
Este coronavirus lleva consigo su material genético (una cadena de ARN), pero no está al descubierto, ya que posee una envoltura compuesta por lípidos, que en el cuerpo humano abundan en forma de colesterol, triglicéridos y las llamadas grasas.
La ‘carta’ de entrada del coronavirus es su glicoproteína S, la cual se une a la proteína ACE2, presente en la membrana celular. Estudios anteriores demostraron que un exceso de colesterol aumentaban la predisposición de esta proteína para fusionarse con el virus.
La glicoproteína del coronavirus lo une al receptor ACE2 de la célula. Imagen: C&EN.
Los autores precisaron que la ciclodextrina (compuesto obtenido del almidón, presente en cereales como el maíz) se aplicó en la modalidad ‘in vitro’, lo cual disminuyó los niveles de colesterol y ocasionó que la proteína ACE2 redujera a la mitad su número de enlaces destinados a la glicoproteína S del virus. Por consiguiente, se dedujo una reducción significativa en la capacidad infecciosa del SARS-CoV-2.
Por otro lado, indicaron que los fitoesteroles (moléculas presentes en los diversos tipos de plantas), al tener estructuras similares que el colesterol, lo reemplazan cuando ingresan a la membrana celular. Esto podría impedir la unión del virus a la célula, ya que el proceso infeccioso depende en parte del colesterol.
Los investigadores revisaron una amplia cantidad de estudios anteriores sobre estos mecanismos biológicos y publicaron estos resultados en la revista especializada ‘Acta Biomédica’.