Agencias

El fuego transforma los alrededores de Los Ángeles en "el apocalipsis"


Unos rescoldos humean mientras Oren Waters contempla los restos de lo que fue su casa en Altadena, carbonizada por los incendios que arrasan los alrededores de Los Ángeles. Solo quedan la piscina y la chimenea donde vivió durante 50 años.

"Parece el apocalipsis. Sinceramente, no se parece a las cosas normales que pasan en la vida", cuenta Waters a la AFP. "Es inimaginable, inimaginable".

Este músico de 74 años tuvo que abandonar su vivienda por la amenaza del fuego. El jueves decidió volver para ver los daños después de que las rachas de viento amainaron, aunque la montaña que domina este suburbio de 42.000 habitantes sigue ardiendo.

El incendio de Eaton se cobró cinco vidas en la zona. Frente a la casa de uno de ellos, encontrado sin vida con la manguera en la mano, un cordón policial amarillo bloquea la entrada.

El martes por la noche, bajo un diluvio de "bolas de fuego", Waters también intentó salvar los muebles hasta el último momento. "Cuando tienes espíritu de luchador, piensas en lo que tienes que hacer, en lo que puedes hacer", dice.

- "Muerte y destrucción" -

Bajo las cenizas de su casa, aún se distingue el chasis de un Chevrolet Standard de 1935, una pequeña joya de colección en la que había invertido "150.000 dólares".

"Lo voy a echar de menos", dice el artista, cuya voz aparece en el álbum "Thriller" de Michael Jackson y en la película "El rey león".

Las calles de su barrio son como la lotería: casas completamente calcinadas junto a otras intactas.

Es "irreal", considera Kalen Astoor. Esta treintañera, que creció en la ciudad, sigue traumatizada por el paisaje de "muerte y destrucción".

La casa de su madre sigue de pie. Un vecino la salvó echando tierra sobre las llamas porque el suministro de agua se había cortado.

Alrededor de 180.000 personas siguen el jueves bajo orden de evacuación en los alrededores de Los Ángeles.

Aunque reconoce que los vientos de Santa Ana, que soplaron a velocidades de hasta 160 km/h, avivaron esta tragedia, comienza a arreciar su ira hacia los políticos.

- "Atónito" -

De pie frente a los escombros de la casa donde vivía con sus padres, Adam Clingmon admite que sigue "atónito".

"No culpo a nadie", explica este profesor de 41 años, "simplemente no había suficientes" bomberos. "Cuando llegaron los bomberos de otros condados, ya era demasiado tarde".

Con los ojos llorosos, se dice contento de "estar vivo", luego de apartar un tronco que bloqueaba la carretera de salida y lograr escapar de las llamas con sus padres.

Ya piensa en "reconstruir" la casa donde vivía, pero sabe que no será fácil. En los últimos meses, las aseguradoras han cancelado la cobertura de muchas viviendas de Altadena, ya que el riesgo de catástrofes relacionadas con el clima está siendo demasiado alto en California.

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