Agencias

HRW acusa a Israel de "actos de genocidio" por restringir el agua en Gaza


La oenegé Human Rights Watch (HRW) estima en un informe publicado el jueves que Israel comete "actos de genocidio" al restringir el acceso al agua a los palestinos de Gaza desde el estallido de la guerra contra Hamás hace más de un año.

"Las autoridades israelíes han creado deliberadamente condiciones de vida que buscan causar la destrucción de una parte de la población de Gaza, privando intencionadamente a los civiles palestinos del enclave de un acceso adecuado al agua, lo que probablemente haya causado miles de muertos", escribe HRW en un comunicado que acompaña a su informe.

"Haciendo esto, las autoridades israelíes son responsables del crimen contra la humanidad de exterminio y de actos de genocidio", asegura la oenegé.

Desde el estallido de la guerra con el ataque sin precedentes del movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre de 023, Israel ha sido acusado en varias ocasiones de cometer un genocidio en Gaza, tanto por parte de oenegés o por varios países que lo han llevado ante la justicia internacional.

Israel rechaza firmemente estas acusaciones. El 5 de diciembre denunció un informe en este sentido de Amnistía Internacional asegurando que era "completamente falso y basado en mentiras" y argumentó que sus acciones en Gaza están dirigidas a objetivos militares legítimos de organizaciones "terroristas" y no a destruir a la población.

En su informe, HRW juzga que limitar el acceso al agua de los gazatíes denota una voluntad de "exterminación" y constituye "actos de genocidio". Sin embargo, la organización no imputa directamente a Israel un "genocidio", dado que esta acusación requiere demostrar una intención genocida.

Pero "la conducta presentada en este informe, así como declaraciones que hacen pensar que ciertos responsables israelíes buscan aniquilar a los palestinos de Gaza, puede señalar esta voluntad", precisa el informe.

En una presentación ante la prensa, la directora de HRW para Oriente Medio y el Norte de África, Lama Faqih, declara que en ausencia de un "plan escrito" o "claramente articulado", una intención genocida puede demostrarse a partir de la observación del conjunto de actos de la que se puede deducir "una intención específica de destruir intencionalmente a un grupo".

La oenegé recuerda que el entonces ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant ordenó un "asedio completo" del territorio palestino desde el 9 de octubre de 2023.

"No habrá electricidad, ni comida, ni agua, ni carburante", dijo entonces.

- Consecuencias sanitarias -

HRW detalla cómo ha disminuido el suministro de agua debido a la falta de electricidad, esencial para el funcionamiento de las bombas de numerosos pozos de la red de abducción local.

Su informe de casi 200 páginas cita a varios profesionales sanitarios activos en Gaza que afirman que la falta de agua ha provocado decesos al causar o favorecer la aparición de enfermedades, especialmente en lactantes.

Mediante imágenes de satélite, HRW también demuestra que al menos un embalse y otras infraestructuras de distribución de agua han sido destruidas o gravemente dañadas y acusa a Israel de limitar la entrada del material necesario para repararlas.

La organización exige a Israel "garantizar inmediatamente" una cantidad suficiente de agua, carburante y electricidad en la Franja para asegurar el respeto de los derechos fundamentales y llama a la comunidad internacional a "tomar todas las medidas en su poder para impedir que se comete un genocidio en Gaza".

El ataque de Hamás resultó en la muerte de 1.208 personas del lado israelí, según un recuento de la AFP realizado a partir de datos oficiales que incluyen los rehenes muertos en cautividad en la Franja de Gaza.

La campaña israelí ha causado más de 45.000 muertos en el enclave palestino, según los datos del ministerio de Salud del gobierno de Hamás, que la ONU considera fiables.

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