Jugos, mermeladas y licores se obtienen de este delicia proveniente de Costa Rica que ha empezado a reemplazar a la hoja de coca en Mazamari (Satipo, Junín).,Gunther Félix / Revista Rumbos Mazamari, uno de los distritos de la provincia de Satipo (Junín), fue una de las zonas de la selva central que vivió con mayor intensidad la época sombría, trágica y sangrienta del terrorismo. Cuando la paz se reestableció progresivamente en el país, aquí, los remanentes de Sendero Luminoso se unieron a los narcotraficantes. Desde entonces, la violencia y el caos empezó a ser llamada: narcoterrorismo. PUEDES VER: Satipo: la ruta cítrica del camu camu La hacienda Leticia y sus provocativas piñas. Foto: Wendy Rojas Pero, desde hace 10 años, los cultivos de hoja de coca han empezado a ser reemplazados por sembríos de piña golden. Reinaldo Camarena fue el precursor de esa iniciativa que, poco a poco, comienza a cambiar el panorama de inseguridad en esta zona de atrayente verdor. Al arribar a la hacienda Leticia, en las afueras de dicho distrito, la hija del valeroso y visionario agricultor que decidió dar el primer paso para cambiar la historia reciente de su pueblo, Mari Camarena, nos recibe con unos sabrosos trozos de piña golden. Dulces y jugosos, su sabor convence al paladar de una verdad que pocos discuten: es la mejor piña del mundo. Recreo al paladar. Dese el gusto de probar un bocado de esta piña. Foto: Wendy Rojas “Tenemos puras piñas golden, aunque haya otras variedades como la hawaiana, y la cayena, los productores solo se dedican a la golden. Tiene mayor precio y es más rica. Además, es jugosa y tiene mucho color”, recita las cualidades de la estrella de estos campos. Piña costarricense La familia no siempre apostó por la piña. Según Mari, en un inicio las más de 10 hectáreas que conforman la finca, albergaban cultivos de naranja. Su padre, el señor Reynaldo, trabajaba con esos cítricos desde hace 30 años. Pero, una década atrás, decidió importar la piña costarricense como una alternativa a la hoja de coca. El cultivo de piña surgió como una alternativa a la hoja de coca, pronto se convirtió en agroexportable. Foto: Wendy Rojas Los cultivos de piña proliferan en Satipo. Foto: Wendy Rojas Poco después, su emprendimiento lo hizo ganador del Premio Integración en el 2009, otorgado por Radio Programas del Perú. La razón: impulsar una idea innovadora en Mazamari, una idea que produce anualmente más de 40 toneladas de piña golden. Su propuesta logró que los agricultores de Coviriali dejarán de sembrar hojas de coca en sus chacras, para cultivar la piña golden. “Antes sembraban coca en sus tierras coloreadas. Ahora, la gente siembra piña golden. Aquí ya no encuentras cultivos de coca”, resaltó Mari, orgullosa de su progenitor. Nueva piña orgánica La hija de Reynaldo explica que el proceso de producción de la piña demora un año. Es un cultivo que necesita de mucho cuidado e incluso embolsado. “Hasta la picadura de un mosquito podría envenenar completamente a la fruta”. Ahora, en la chacra de este emprendedor se produce una nueva piña orgánica. Diez agricultores trabajan con él para obtener una fruta excepcional, libre de pesticidas. Solo se necesita una tierra limpia. “El pasto que comen el ganado cumplen la función de limpiar la tierra de manera natural”, sigue instruyéndonos Mari. Con esto, la familia Camarena ofertaría en el mercado un producto amigable con el medioambiente. Bien por ellos, bien por el planeta. Mari Camarena y su fundo de piñas agroecológicas. Foto: Wendy Rojas El dato Las piñas golden de la finca de Reynaldo se expenden cada año en el Festivraem, una feria que se realiza en Lima. También se ofertaron en anteriores ediciones de la feria gastronómica Mistura. Existen tres tipos de piña en el Perú: la Hawaiana, la cayena y la golden. El principal comprador de Reynaldo es el Mercado de Frutas de Lima. Su próximo objetivo es exportar su producción. En Rumbo La hacienda Leticia se encuentra a 10 minutos del centro de Mazamari (Satipo), en la ruta a Puerto Ocopa.