SISTEMA VULNERABLE. Informe de inteligencia revela que la mayoría de llamadas salieron de penales La Capilla (Juliaca) y Ancón. En dos años de contrato, la empresa Prisontec solo instaló bloqueadores en 10 cárceles. Faltan otras 23.,La comerciante de abarrotes Gladys C.H.M estaba aterrada. En el auricular de su teléfono, la voz de un hombre amenazaba con matar a su hija si no depositaba 30 mil soles en las siguientes 24 horas. Enseguida, la voz asustada de una joven le suplicaba acceder al pedido de los delincuentes: “mamá, por favor, haz lo que te dicen, no quiero morir”. La llamada fue realizada a mediados de julio por un interno del penal San Pedro (ex Lurigancho), quien junto a su pareja tramó la frustrada extorsión en un día de visita. Dicha llamada fue una de las 197 efectuadas el último año desde los establecimientos penitenciarios del país. Según un reciente informe de inteligencia, esa es la alarmante cifra que revela la inoperancia del sistema de bloqueo de teléfonos celulares e internet inalámbrico que el Estado adquirió en octubre del 2014 y que, a la fecha, debería funcionar de manera óptima en 33 penales. Debería, pero no es así NIDOS DE LA EXTORSIÓN El documento policial de carácter reservado, al que La República tuvo acceso, data del 7 de noviembre último y fue elaborado por el Departamento Especial de Inteligencia y Monitoreo de Información (Depeimi) de la División de Investigación de Delitos de Alta Tecnología (Divindat). El informe, dirigido al Ministerio del Interior (Mininter), señala que entre el 1 de diciembre del 2015 y el 30 de octubre del 2016, hubo a nivel nacional 737 requerimientos de geolocalización de llamadas telefónicas implicadas en diversos delitos. Del total, 551 fueron vinculados a casos de extorsión. “Luego de realizadas las consultas a las diferentes operadoras de telefonía móvil (Movistar, Claro, Entel y Bitel), se registra como ubicación (de las llamadas) las antenas de telefonía próximas a establecimientos penitenciarios a nivel nacional, en un total de 197 casos”, señala el reporte. Asimismo indica que la mayoría de las llamadas fueron realizadas desde los penales de La Capilla (Juliaca), Ancón 1 (Lima), Trujillo, y San Pedro (Lima), con 39, 38, 31 y 29 casos, respectivamente. Les siguen los penales de Tumbes, Ica, Chimbote (Cambio Puente), Piura, Castro Castro (Lima), Callao y Puno (Yanamayo). BLOQUEO INOPERATIVO De las cárceles mencionadas, cinco ya cuentan con el sistema de inhibición de señal, instalado y administrado por la empresa Prisontec. Nos referimos a Ancón 1, San Pedro, Ica, Castro Castro y Callao, donde los equipos de bloqueo funcionan desde el año pasado. ¿Qué está pasando entonces? El ingeniero Tito Fernández, representante de Prisontec, explica que las causas son diversas, pero que todas están vinculadas al retraso en ciertos trámites y estudios técnicos no aprobados por el Ministerio de Justicia y el Instituto Nacional Penitenciario (Inpe), además de permisos no concedidos por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC). “Había un cronograma que no se ha respetado. Nosotros no podemos avanzar con la instalación de bloqueadores mientras no se aprueben los ETE (estudios técnicos especializados). Esa función de evaluación fue encargada al Ministerio de Justicia y el Inpe debería exigir que se cumpla en el menor plazo posible”, acusa Fernández. CALLAO ES UN EJEMPLO Para el portavoz de Prisontec, que el Castro Castro y el penal del Callao, dos penales que registraban el mayor promedio de llamadas extorsivas, ahora reporten una cantidad mínima de casos (5 y 3, respectivamente), es una prueba de que los bloqueadores sí están funcionando. Las pocas llamadas que se filtran se encuentran dentro del margen de error, asegura. “Para nosotros es un logro que las cifras se hayan reducido. Callao y Castro Castro son un ejemplo”, comenta. Asimismo, explica que el mal funcionamiento de los bloqueadores en San Pedro y Ancón 1 se debe a un ajuste en la señal de alcance, que es necesario regular sin afectar a las poblaciones aledañas. “El protocolo del MTC recién ha salido hace poco y recién a partir de ahora podemos hacer ajustes reales al sistema”, se defiende Fernández.