Increíble historia. Suboficial Guisela Taboada se encuentra denunciada por delitos que nunca cometió. Delincuentes usaron su nombre para comprar líneas móviles. Hace siete meses está fuera de actividad por problemas de salud y para aclarar sus denuncias. Ni las operadoras, ni Osiptel le dieron una explicación satisfactoria., Si ser juzgado por un delito no cometido es ya un gran problema, imagine el sufrimiento que se vive por siete. De eso puede dar fe Guisela Taboada Campos, suboficial de la Policía Nacional. PUEDES VER: 'Chips' no serán incluídos en teléfonos celulares a partir de 2017 Ella descubrió, en abril de 2015, que tenía a su nombre 21 mil líneas de telefonía móvil que nunca solicitó. Ahora afronta 7 procesos penales por delitos que van desde la extorsión hasta el robo agravado, cometidos con el uso delictivo de estas líneas. "Me llegó una citación a la comisaría de Turismo de la Punta (Callao) donde trabajaba. Acudí y me enteré que yo estaba extorsionando a una empresa", recuerda. Inmediatamente acudió a Movistar, operadora del número motivo de la supuesta extorsión. Allí pidió el reporte de llamadas y se lo dieron. "Pero eran más los reportes que tenían para mí. En total me hablaron de 12 mil números, ya se imagina cómo me sentí", narra. Acudió a las demás operadoras para conocer si contaba con más líneas y así fue. En Claro halló 170, en Entel aproximadamente 300 y en Bitel 6. Hasta ahí contabilizó cerca de 14 mil números. Pero serían más. Las citaciones policiales continuaron. Las denuncias venían de San Borja, Ventanilla, San Isidro y las Divincris. Guisela denunció ante la 47 Fiscalía Provincial de Lima a las empresas de telefonía. Acudió a Osiptel y es allí donde el número de líneas se sinceró: 21 mil 200. "Tuvo que pasar un mes para que las empresas cancelaran esos números. Me enteré de eso mediante la web porque las operadoras nunca me lo comunicaron. En Osiptel también he denunciado y he pedido que me den información sobre la sanción a estas empresas, pero no tengo respuesta a la fecha", sostiene. Riesgo de baja Las citaciones, las amenazas y tensiones, perjudicaron la salud de la suboficial de segunda. Por su estado fue sometida a ley (fuera de actividad), ya que se encuentra recibiendo terapia psicológica y psiquiátrica, y toma medicamentos. Lleva así siete meses y tiene una hija de dos años a quien debe mantener. "Si cumplo dos años y diagnostican que continúo mal, me darán de baja", sostiene. Guisela corre el riesgo de ser detenida en cualquier momento porque las notificaciones continúan y ella a veces ni se entera."He soportado maltrato de fiscales en audiencias. Mi honra está puesta en duda y todo pasa sin que nadie haga nada", señala. otro afectado ¿Cómo reaccionaría usted si al navegar en internet se entera de que su nombre aparece en una noticia periodística por extorsionar a un alcalde? Así descubrió Víctor Manuel Tapia Bernal, un policía en retiro, que era dueño de 26 líneas móviles y que dicho delito tenía relación con una de esa líneas. Luego de eso las citaciones policiales y judiciales de Chimbote, Áncash, Trujillo, Villa El Salvador, y hasta de la Unidad de Secuestros de la Policía, empezaron a llegarle. "Actualmente tengo un proceso iniciado en Áncash. En total fueron siete. Yo me estoy defendiendo con mis pocos recursos, como puedo. Este daño es irreparable y nadie lo frena", sentenció.