Larga espera. Exdirector de Educación, propietario de casona y socios de academia Nueva G pagarán 100 mil soles por cada víctima que murió en abril de 2002 en Puno.,Tuvieron que pasar 14 años para que el Poder Judicial ordenara el pago de una indemnización para los familiares de los estudiantes que murieron en el derrumbe de la academia Nueva G, ocurrido el 19 de abril de 2002 en la ciudad de Puno. PUEDES VER: Confirman derrame de mineral de cobre en Espinar El fallo fue emitido por la jueza Martha Aguilar Castillo, titular del Segundo Juzgado Civil de Puno, refiere que existen responsables del siniestro que quitó la vida a 12 alumnos de la academia. En su sentencia la jueza señala que corresponde indemnizar con 100 mil soles a cada uno de los padres de familia de nueve estudiantes: Victoria Maquera Nina, Ceferina Ñaupa de Mamani, Norberto Huacoto Veliz, Gabriel Pérez Ruelas, María Tito Charaja, Felipa Chije Mamani, Flavio Mamani Pando, Germán Cabrera Ticona, y Lorenza Trujillo Anco. El pago se hará de forma solidaria entre el exdirector Regional de Educación de Puno, Mario Gallegos Montesinos, Juan Mamani Salas, propietario del inmueble y los socios fundadores de la academia Walter Quiñones Corimanya, Jorge Luis Chumberiza Manso, Francisco Augusto Mariscal Flores, Miguel Quispe Achata, Pedro Miguel Vásquez Mendoza y Abimael Luna Laura. Según la demanda interpuesta por los familiares de las víctimas, el inmueble donde funcionaba la academia, se habría desplomado porque se habría socavado sus bases con motivo de la apertura de zanjas ordenadas por Juan José Mamani Noriega, propietario del predio colindante. Culpables Sin embargo, según la sentencia, el derrumbe de la academia se habría producido por una vibración que generaron los alumnos desde el segundo piso del inmueble y el sobrepeso de la construcción de material noble que tenía el inmueble en la parte superior. Por esa razón, se exculpó del pago de indemnización a Juan José Mamani Noriega. La jueza halló responsabilidad en Juan Mamani Salas, propietario del inmueble, porque alquiló su vivienda de más de 50 años de antigüedad, sin estar en las mínimas condiciones para albergar a decenas de estudiantes. Al exdirector de educación, Mario Gallegos Montesinos, la jueza le halló responsabilidad porque no hizo nada para evitar que funcione dicha academia, pese a que no tenía autorización.