Entrevista a Fernando Zavala. Presidente del Consejo de Ministros. ,"Pude dormir bien, mejor que otras veces". El presidente Fernando Zavala recibió ayer a La República, temprano en su casa, en San Isidro. La noche anterior obtuvo –luego de un extenuante debate– el voto de confianza del Congreso dominado por el fujimorismo. PUEDES VER: Gabinete de Fernando Zavala recibió el voto de confianza del Congreso ¿Sufrió durante el larguísimo debate de investidura? No me imaginé nunca dos días de debate, pero creo que valió la pena porque todos los grupos políticos tuvieron la oportunidad de hablar. Era comprensible que los congresistas tuvieran posiciones sobre diferentes temas. Cuando uno empieza una gestión, se pone varias metas pensando en el futuro. No todas se cumplen, obvio. ¿Cuál será su prioridad en la gestión? ¿Con qué se sentiría satisfecho? Los temas sociales deben ser una prioridad para que vayan de la mano con el lado económico, en donde se ha avanzado mucho. Hemos planteado reducir la pobreza urbana en más de siete puntos. Otra cosa que nos preocupa es todo lo relacionado con la atención al ciudadano, porque el Estado está lejos de él: permite colas, se limita el acceso a la educación y la salud. Esos ejes son centrales. En concreto, ¿qué metas tiene? En educación, digamos. Varias. Que el 70% de los alumnos puedan llevar cinco horas de inglés, que el 75% de las escuelas accedan a servicios básicos. Tenemos muchas metas, en la idea de que, hoy, hay desigualdad porque las oportunidades no son las mismas para todos. Hay tres grandes reformas que usted planteó el viernes: de la Policía, del sistema pensional y de la justicia. Hay varias, ¿eh? Quedémonos con esas tres. Empiezo con la Policía. Usted ha hablado de una reforma en dos años. ¿No es muy optimista? Es que hay temas urgentes. En dos años debería haber un cambio de actitud tanto de la Policía como de la ciudadanía. Buscamos contar con la base de un sistema policial efectivo frente a la criminalidad, con una ciudadanía informada que denuncia pero respeta a sus autoridades. ¿Qué debemos esperar los peruanos en dos años en materia de seguridad? Sentirnos seguros. ¿En dos años lograrán eso? Deberíamos empezar a sentirnos seguros. Y eso, como le digo, debe ir de la mano con un cambio de actitud. Todo pensado desde el ciudadano y de las instituciones, porque si los dos ejes no funcionan, no vamos a poder avanzar. ¿Pudo revisar el informe sobre el presunto 'escuadrón de la muerte' en la PNP? Hay informaciones preliminares que el propio ministro Carlos Basombrío estará brindando a las autoridades pertinentes, tanto al Congreso como a la Fiscalía. No tengo el detalle exacto, pero definitivamente es información sensible y preocupante. Uno de los problemas del sector Interior ha sido la poca continuidad en las autoridades, lo que hace muy difícil avanzar. ¿Cómo piensan hacer en el gobierno para que Basombrío dure más que sus antecesores? El ministro más difícil de conseguir fue, precisamente, el del Interior. Me preocupé en buscar a una persona íntegra, calificada y con las cosas claras. El respaldo político lo tiene. La seguridad es un tema tan importante que no se queda en el ministerio sino que se debate en el interior del gabinete. Estamos en el camino correcto. ¿Usted quisiera que Basombrío se quede cinco años? Sería excelente. A todos los ministros les he dicho: tienen que pensar en que se quedarán unos buenos años trabajando por acá. No se puede pensar en seis meses o en un año. Hay que tener un horizonte largo y tomar las decisiones para implementar cambios importantes. Cuando conversé con Basombrío antes de juramentar, le advertí que debía ser consciente de que la seguridad es la prioridad nacional. ¿Cómo encontraremos los peruanos el sistema de justicia cuando acabe este gobierno? Hemos lanzado el pacto por la justicia, que involucra a las instituciones responsables. En todo caso, creo que el sistema de penas merece una revisión porque no ha estado funcionando como debiera, aunque es materia legislativa. Otro tema es el sistema penitenciario, que es una escuela de criminalidad. Espero que en cinco años haya procedimientos rápidos, justos y para todos. Usted habló de cambios en la reforma previsional de AFP y ONP. Entiendo que para ello buscarán expertos de afuera... Tenemos que ver qué se ha hecho en otros países. En esto sí creo que es importante consultar con expertos internacionales y hacer los cambios necesarios. Nuestro sistema de AFP y público puede y debe ser perfeccionado. Pasa que la cobertura es mínima y la mayoría de gente está fuera del sistema previsional. El gran problema no ha sido solucionado. Cuando un gobierno empieza, disfruta de una aprobación alta. Luego, así pasó en los últimos tres, esta se diluye... Me ha pasado antes (en el gobierno de Alejandro Toledo). Entonces será motivo de su preocupación ver cómo mantener la conexión con la gente. A ver. Necesitamos esa conexión, y la respuesta está en los servicios públicos que se le brindan al ciudadano. En la medida que logremos mejorar ese acceso, no solo en Lima sino especialmente en las regiones, eso nos llevará a mantenernos enganchados con la gente. Pero también hay un tema de formas, ¿no? De gestos. Es verdad. Y el presidente Kuczynski, por ejemplo, trabaja acercándose a la gente, hace viajes a las regiones, escucha. Usted debe recordar esos consejos de ministros descentralizados, cuando se va todo el gabinete para sesionar temas de decretos, leyes. Bueno, nosotros no queremos hacer eso. Lo que buscamos son reuniones de trabajo con la gente y sus autoridades. ¿Kuczynski es un presidente al que le gusta hablar mucho? Es un presidente que tiene una opinión, que quiere marcar una posición y que tiene el derecho de hablar cuando cree que es necesario pronunciarse sobre algo. Eso no está en discusión. Ahora, ¿con algunas de estas frases que Kuczynski ha dicho y han ocasionado revuelo, se ha sentido incómodo o se ha quedado pensando 'mejor no hubieras dicho esto, Pedro Pablo'? (Risas). Él es el presidente de la República. Yo, la verdad, lo escucho mucho y creo que los temas que generaron algo de controversia ya fueron aclarados. Tiene un estilo diferente, y a veces eso puede generar incomodidad en ciertas personas. Sin embargo, ese estilo está conectando con la gente y eso nos va a ayudar a sacar adelante las reformas que necesitamos. Cuando, en Puno, soltó aquella frase sobre el contrabando, circuló una foto en la que se le veía a usted serio. Me sorprendió la declaración, pero ya él mismo la aclaró y quedó todo zanjado. Luego de su presentación del jueves y viernes, ¿usted se considera más político que técnico ahora? Yo me sigo considerando alguien que es más técnico que político, aunque ayer (viernes) tuve que sacar a flote todas mis facultades políticas. Tengo que tener funcionando ambas habilidades, de lo contrario esto no va a funcionar. Lo técnico me ayuda a organizar equipos, sin embargo lo político es indispensable para un consenso que, creo, ayer hemos logrado. ¿Siente que ya se logró ese consenso político? Lo hemos empezado a lograr. Obtuvo un apoyo en la práctica unánime, a pesar de que lo tuvieron casi un día entero en el Pleno. Lo que viene ahora es el pedido de facultades legislativas. ¿Aprendió algo que le sirva para cuando las solicite al Congreso? Lo que vi fue apertura, en todos los grupos políticos. Tuve conversaciones con Fuerza Popular, con Frente Amplio y, creo, no estamos tan lejos entre nosotros. En infraestructura, por ejemplo, todos apuntamos a lo mismo. Lo mismo en protección de la mujer. En Justicia igual: aspirar a la independencia y autonomía del sistema es una aspiración común. ¿Me confirma que siempre pedirán las facultades en los cuatro temas conocidos: saneamiento, economía, lucha contra la corrupción y seguridad? Vamos a seguir con ellos. Espero que en el consejo de ministros del miércoles se definan y aprueben estas facultades para empezar a trabajar con el Congreso. Nuestras prioridades no han cambiado y espero que nos otorguen las facultades, en los cuatro sectores. De hecho, el cierre del ministro de Economía, Alfredo Thorne, fue interesante, porque explicó nuestra situación fiscal y cómo tenemos que hacer para recaudar más. Se requiere de un paquete completo. Han dicho desde el gobierno que se busca crecer en un 5%. Es un punto más de lo que se crece ahora. Tenemos que crecer al 5%. ¿Y eso no depende también de los factores externos? Totalmente. De lo contrario hubiésemos planteado un crecimiento del 6% o 7%. La verdad, me generó un poco de envidia cuando un congresista del Apra dijo que en su gobierno se creció a 7%... Con los precios de los metales arriba. Por eso no somos tan ambiciosos. Sí creemos que podemos llegar cerca del 5%. Hay confianza empresarial, un deseo por destrabar proyectos de inversión pública. ¿Diría que reciben al país en crisis? No, no recibimos al país en crisis. No se puede decir eso. Sin embargo, hay dificultades. Cuando Fuerza Popular (FP) pidió detalles sobre el estado en que heredan el gobierno, usted mencionó problemas en salud y en relaciones exteriores. Se puede decir que en ciertos sectores hay un deterioro. Mencioné lo que pasa en salud, por ejemplo. En otros campos sí se ha avanzado, como en educación, y por eso confiamos en que el ministro Saavedra seguirá por el camino ya trazado que nos lleve a tener una educación pública de calidad. En resumen, no estamos en crisis, sí estamos ante una situación deteriorada. Y eso implica brechas importantes... ¿Qué tan grandes? En salud se puede decir que hay una situación desesperada, porque la anemia ha subido, la desnutrición ha subido, la vacunación ha disminuido y no hay una buena atención. Hay problemas que, claro, son estructurales porque nunca se abordaron, pero hay campos que, en los últimos cinco años, se han deteriorado. En el Perú, ¿falta o sobra Estado? Yo sí creo que en el Perú de hoy falta más Estado. Esa respuesta no se esperaría de alguien de su perfil. Es que es cierto. Falta un Estado eficiente y presente. Y eso significa más Estado. ¿Cómo se define políticamente? De centroderecha. Ayer (viernes) me criticaban por ser neoliberal. Esto lo comenté con un congresista, al que le dije que quizás hace quince años era neoliberal pero hoy ya no. Y en realidad, nunca me consideré un neoliberal. Creo en la libertad económica, pero al mismo tiempo ahora entiendo un poco más la realidad del país y comprendo la importancia de contar con un Estado con más cobertura para la gente.